Columnas

LA HISTORIA DE UN PACTO TRICOLOR

HÉCTOR GARCÉS

“En el encuentro participaron además el ex legislador Carlos ‘El Cacho’ Toral, el operador Santiago Escalante, el entonces delegado del PRI estatal en el municipio Esteban Carrión y, por supuesto, la anfitriona, la ex diputada local Griselda Carrillo Reyes”

A finales de 2018, cuando Yahleel Abdala Carmona tenía pocas semanas de haber asumido la presidencia del Partido Revolucionario Institucional en Tamaulipas, se registró una reunión en el rancho de Griselda Carrillo Reyes, en Altamira.
Al cónclave fueron convocados los dos personajes que, en esa ocasión, habían levantado la mano para tomar las riendas del priismo altamirense: Manolo Castillo y Antonio Márquez.
Ambos de profesión contador público, egresados de la Facultad de Comercio y Administración de la UAT, eran, además, la propuesta de los pocos liderazgos y grupos que quedan en el tricolor de la tierra de Puerto y Corredor Industrial.
En el encuentro participaron además el ex legislador Carlos ‘El Cacho’ Toral, el operador Santiago Escalante, el entonces delegado del PRI estatal en el municipio Esteban Carrión y, por supuesto, la anfitriona, la ex diputada local Griselda Carrillo Reyes.
Ahí, al más puro estilo priista, se estableció un pacto: Manolo Castillo, en base a su experiencia a los respaldos recibidos, sería el presidente del comité local priista en la etapa en que Yahleel Abdala estuviera al frente del partido a nivel estatal.
Su misión principal: organizar a los escasos grupos del priismo altamirense para afrontar, desde los temas jurídicos y territoriales, el proceso electoral de junio de 2019, cuando se renovó el Congreso del Estado, elección que, finalmente, se caracterizó por la raquítica participación ciudadana.
En esa reunión, Toño Márquez aceptó el acuerdo y dio su apoyo a Manolo Castillo. La negociación se pactó con un compromiso adicional: el siguiente presidente del PRI en Altamira sería, precisamente, Antonio Márquez Olvera.
Ese es el fondo de la decisión que, hasta el momento, favorece a Toño Márquez para ocupar la dirigencia del priismo altamirense, decisión que no comparten algunos grupos del partido, como sería el Sindicato de Petroquímicos y el Bloque de los Regidores que encabeza el cenecista Eulogio Sánchez de la Rosa.
Estos grupos se quejan, entre otras cosas, de la falta de operación política del nuevo comité estatal que preside Edgar Melhem, quien envió como negociadora a la tampiqueña Georgina Barrios, secretaria de gestión social. Se comenta que ella no ha platicado con todos. Por lo regular, pocos quedan contentos con ‘los operadores’.
Toño Márquez, por su parte, ha tratado de hacer su tarea: dialogar con los líderes de los diversos sectores. Ya platicó con Lorena Estevez, quien era, en inicio, la propuesta del Bloque de Regidores; con Julio Alfaro, de los petroquímicos; con Yessica Contreras, del ONMPRI local; con Eulogio Sánchez de la Rosa; con Tomás Maldonado, del MT; y con los ex diputados locales Carlos González Toral y Griselda Carrillo Reyes (que lo respaldan abiertamente).
Propietario de una zapatería, de una nevería y de un gimnasio, Antonio Márquez Olvera es un empresario y contador público que tiene poco más de diez años de ser militante del Revolucionario Institucional.
Como se observa, le gusta la actividad de los negocios, pero también le apasiona -no se sabe si para bien o para mal- la política. ‘La grilla’ puede ser una bendición, pero también una maldición, auténtica rueda de la fortuna.
A nivel partidista, Toño Márquez ha sido coordinador territorial y participó en las campañas de Armando López, Griselda Carrillo y Carlos González Toral a la presidencia municipal. Con ‘El Cacho’, fue candidato a sindico en la planilla tricolor (como se sabe, no llegaron al objetivo). También lo apoyó con la temática financiera en la campaña a la diputación local en 2010.
Un factor adicional parece impulsar su proyecto: fue coordinador en Altamira de la campaña de Alejandro Moreno Cárdenas, ‘Alito’, a la presidencia nacional del PRI.
Con esa bandera y, sobre todo, con el acuerdo suscrito de palabra a finales de 2018 en el rancho de Griselda Carrillo, es que Toño Márquez lleva la delantera en la competencia para alcanzar la presidencia de lo que queda del Revolucionario Institucional en Altamira.

LAS OBRAS DE ADRIÁN OSEGUERA
El alcalde de Ciudad Madero, Adrián Oseguera Kernion, inaugurará hoy por la tarde una obra de pavimentación más, ahora será la calle Orizaba, en la popular colonia Obrera.
La obra pública es uno de los compromisos del presidente municipal maderense con los ciudadanos y, en particular, con los sectores que sufren rezagos.
Por cierto, el Quiosco recién estrenado se ha convertido en el nuevo símbolo de Ciudad Madero. Además, ha cumplido con su función: ha incentivado la realización de eventos artísticos y culturales y, en especial, ha impulsado la convivencia social en la zona centro.
La construcción del Quiosco, que se ve espectacular con el juego de luces por las noches, fue un acierto de Adrián Oseguera.

Y PARA CERRAR…
Una pregunta: ¿Mayra Ojeda, secretaria general del PRI estatal, y Elvia Bayardo, regidora tricolor maderense, ya habrán firmado ‘la pipa de la paz’?…

Fuente: Expreso.press

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