Columnas

EPN, AL RESCATE DE AMLO…

MELITÓN GARCÍA DE LA ROSA

Enrique Peña Nieto dio el último estirón para que Andrés Manuel López Obrador ganara la Presidencia de la República, con el ‘acuerdo’ para evitar a toda costa que el panista Ricardo Anaya llegará al poder y todo indica que el ex presidente tricolor podría ‘salvar’ de nueva cuenta a AMLO de la caída libre que registra en simpatías tras 15 meses de desastre que ha sido la 4T.

Así es mis queridos boes, recordemos que en plena campaña, cuando Anaya aún tenía en la mira la presidencia y los números en las encuestas decían que si bien López Obrador era amplio favorito, el panista podría salir ganador si lograba el llamado voto útil.

Para lograrlo, Anaya, ante un gobierno de EPN calificado ya como un desastre y que sudaba corrupción, con al menos 6 gobernadores tricolores prófugos y otro tanto acusados, se aventó la advertencia de que de ganar la presidencia buscaría enjuiciar a Peña Nieto.

En Los Pinos se encendieron las alarmas y de inmediato José Antonio Meade dejó de ser el candidato del presidente y comenzó el coqueteo con AMLO que una y otra vez elogió a EPN, el pacto de impunidad que desde entonces se manejó estaba en marcha: Anaya perdería por los votos del PRI y AMLO garantizaba que al ahora ex presidente no se le tocara judicialmente.

Y pasó lo que sabemos, El Peje ganó, de calle, un triunfo histórico y Meade se fue al lejano tercer lugar y comenzó lo que parecía un matrimonio político por conveniencia.

EPN y AMLO se reunieron casi de inmediato, el priista se retiró de los medios seis meses antes de que terminara su sexenio y dejó que de facto el morenista comenzara a gobernar.

Como si ya fuera presidente en funciones, AMLO hizo consultas, adelantó iniciativas de ley, impidió la llegada de un fiscal general transexenal y hasta metió mano en el presupuesto del 2019.

Todavía el año pasado, no era raro que López Obrador llamara a EPN un caballero, un presidente que se portó a la altura y otros coqueteos.

Pero ahora, con un país más dividido que nunca, con una severa crisis por medicamentos, inseguridad, feminicidios y cero crecimiento económico, AMLO ya no es el presidente de los 80 o 90% de aprobación y vuelve a recurrir a Peña Nieto para su rescate.

Y este rescate se da a través del evidente divorcio político, separación que termina en los peores términos, donde EPN es la mujer golpeada y despojada y hasta podría perder la libertad.

Sucede que ayer por la tarde, The Wall Street Journal, publicó lo que hasta entonces era un secreto y parecía que no iba a ocurrir: EPN ya es investigado por la Fiscalía General de la República por corrupción.

«La fiscalía general tiene pruebas de que la corrupción de Lozoya en a Agronitrogenados y Odebrecht alcanza el nivel más alto del gobierno, dijo el alto funcionario, refiriéndose a Peña Nieto», publicó el influyente diario

«La extradición y posible confesión de Lozoya son elementos que junto con las investigaciones en curso decidirán si el expresidente es acusado en el futuro».

Sentar en el banquillo de los acusados al ex presidente si le daría a AMLO el respiro mediático y le regresaría la esperanza que se ha ido perdiendo sobre su 4T, que no logró la captura de Lozoya en España.

Sería una bomba mediática que le alcanzaría para dejar en pequeñeces sus dislates matutinos de 15 meses.

Pero además, el juicio a Peña Nieto sería, estoy seguro, el último ladrillo de la tumba del PRI en el país, que hoy se mueve en calidad de ‘zombie’.

Porque en ese partido son pocos los que se escapan, hablando de los altos mandos, desde Alejandro Moreno, ex gobernador de Campeche que hoy dirige los despojos tricolores y que fue presumido por EPN cuando sobre él caía la sombra de la corrupción.

Traslademos ese escenario a los estados y a los municipios: ¿quién querría ser candidato del PRI a alcalde en Tamaulipas?, ¿quién del PRI tendría la oportunidad de ganar una alcaldía o una diputación en Tamaulipas con una carga tan negativa como la que le sumaría el enjuiciamiento de EPN?.

Queda claro que los astros se le siguen alienando al partido de Francisco Javier García Cabeza de Vaca, el PAN, para que el año que entra no tenga mayores problemas de refrendar el poder en la mayoría de los 43 municipios, el control del Congreso local y recuperar incluso las posiciones perdidas en el Congreso federal.

Carlos Pérez, se anota…

El notario tampiqueño Carlos Pérez quiere ser alcalde, platiqué con él y me aseguró que por ahora va por la vía libre, sin partido. Sabe que es muy difícil, pero entiende que no es imposible.

Hay que reconocer, que en estos tiempos en los que la política y los políticos están tan desgastados en el país, que un ciudadano se atreva a postularse es hasta heroico y por eso mi reconocimiento al notario. Su único defecto es que le va al Cruz Azul. Comentarios: meliton-garcia@hotmail.com Twitter: @melitong

Fuente: Expreso.press

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