Cd. VictoriaZona Centro Tamaulipas

El Fogón.El peor líder del PAN

José Ángel Solorio Martínez

El Cachorro Cantú, es un líder muy menor para las tareas que tiene el PAN en Tamaulipas, el 2021 y el 2022. No entiende. Y lo peor: parece gritar, que no quiere entender. Anda de gira por todo el estado, presumiendo su cargo. Acompañado de un discurso similar al de su homólogo nacional –Mako Cortés–: anodino, flaco, sin sustancia, pretendiendo agrupar a un partido cuya única cohesión es el instrumento gubernamental.
El reto del panista, no es amacizar a su militancia interna.
No.
Su desafío mayúsculo, es enfrentar el escenario de desgarramiento que iniciará en el 2021 y que se profundizará en el 2022.
¿Pero, el espíritu fragmentario y fragmentador, no es divisa única de la izquierda?
¿Acaso el PAN también podría tener fisuras en Tamaulipas, en donde su esencia unitaria ha sido ejemplar para el panismo nacional?
Los escenarios inmediatos y de mediano plazo, gritan que por primera vez en muchos años de historia los azules vivirán una intensa sangría interna. Obvio: no será una pugna doctrinaria; ni mucho menos, un cambio de posiciones bajo sólidos argumentos ideológicos o principios morales.
Nada de eso.
Parafraseando a aquél: emergerá la ambición vulgar y chafa, de varios grupos que de azules pasarán a pintarse el rostro de otros colores.
¿Pero cómo?
¿Abandonarán un partido en el poder para irse en busca de nuevos horizontes?
¿Cómo se generará esa implosión albiceleste?
¿En qué insensata cabeza cabe, marcharse de un partido hegemónico para marcharse a la oposición?
De que los hay, los hay.
Esa vocación rupturista, campea en la familia de Maky Ortiz. Y como se ve, el Cachorro, todavía le falta madurar para avizorar y resolver ese tipo de contradicciones en el irreal mundo político que se ha construido de la región.
En efecto, el escurrimiento será desgarrador.
El PAN, tiene en su futuro, uno de sus desangramientos más debilitadores que se recuerden: la alcaldesa reynosense, de no recibir un espacio en el PAN, para su hijo la alcaldía de Reynosa en el 2021 o para ella la candidatura a la gubernatura en el 2022, se marchará con sus padrinos de toda la vida, a quienes les debe todo: Felipe Calderón y Margarita Zavala.
¿Qué representaría para el PAN, la huida de Maky?
Casi nada: entre 40 y 60 mil votos de los ciudadanos reynosenses que a apoyan a morir. (Estamos restando los votos duros maquistas. Los votantes, que seguirán a la doctora a cualquier partido que ella represente). Una cantidad, nada despreciable si se toma en cuenta que cada día el umbral del triunfo electoral es más reducido. Un caudal de boletas electorales, que pueden cambiar el rumbo de la elección.
¿Y el Cachorro?
Por ahí anda, feliz, feliz, con su cargo.
Esa fractura que campea en el ambiente fronterizo, se hace mayor y de grande intensidad porque es la sede del verdadero líder del panismo tamaulipeco y de todo el grupo político con el que gobierna.
¿Hay salida, a esa eventualidad trágica?
La política todo lo resuelve, definitivamente.
El asunto, se ve farragoso porque Maky es una dama que no cumple sus pactos políticos. Ya Chuma Moreno lo vivió. (La doctora firmó un convenio mediante el cual Chuma llegaría a la COMAPA de la ciudad, llegando ella a la alcaldía. Y alargó el compromiso por más de un años).
Y hablamos sólo de Reynosa.
El síndrome del “ahí te ves”, se puede ampliar a otras regiones.
Desde ahorita, el Cachorro Cantú se perfila como el peor dirigente que el PAN haya tenido en la comarca.

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