El priismo en Altamira, o lo que queda de él, se encuentra inmerso en una vorágine de desacuerdos que podría conducir a que se ponga otro clavo en el ataúd de ese cadáver político que en Tamaulipas está a punto del entierro, algo de lo que la actual dirigencia estatal parece no darse cuenta.
La tierra de Cuco Sánchez siempre ha sido territorio de controversias políticas, aun cuando dominaba el Revolucionario Institucional. Las peleas internas siempre se han dado no solo a la hora de definir candidaturas sino cuando se trataba de elegir a dirigentes locales tanto del propio PRI como de Acción Nacional.
Hoy, con motivo de la renovación del comité municipal priista, las sublevaciones han vuelto a aparecer, en tiempos en que los que el antes partido aplanadora requiere de consensos y unidad. Y la rebelión parece ser provocada precisamente por la añeja costumbre de las imposiciones.
Todo se inició cuando se supo que desde la cúpula estatal, se estaba fraguando entregar el mando tricolor a un joven de nombre ANTONIO MÁRQUEZ, quien, se dice, es recomendado por su querido amigo CARLOS GONZÁLEZ TORAL, que nunca ha logrado galardones significativos dentro del partido, pero que tiene astucia para operar políticamente.
Y parte importante en esta trama es la exdiputada local GRISELDA CARRILO, quien al parecer ejerce gran influencia sobre el dirigente estatal, EDGAR MELHEM, a quien le dibuja un panorama que dista mucho de la realidad y se erige como la portavoz de la militancia.
Frente a esta eventual fuerza de golpe, varios segmentos priistas, como la CTM la CNOP y Movimiento Territorial, que tienen gran influencia entre los restos de lo que fue una organización invencible, reaccionaron proponiendo a JAIME MARTÍNEZ e incluso ayer en la mañana “clausuraron” la sede del partido para evitar el madruguete.
Los enviados de Ciudad Victoria, GINA BARRIOS y SMER FAISAL han tratado de confirmar el proyecto de MÁRQUEZ, pero solo han enredado el asunto, pues desconocen el entorno en el que se da el proceso.
Definitivamente será muy difícil que se pongan de acuerdo, pues ni MÁRQUEZ ni JAIME parecen estar en condiciones de unificar criterios de sus correligionarios. Y es que, por absurdo que parezca, la decisión acerca del destino del PRI en Altamira, no está en manos de priistas.
Ello es así. La realidad es que sin que ella mueva un dedo en el asunto, la alcaldesa ALMA LAURA AMPARÁN tiene todos los hilos del control político en el municipio pues ha logrado amalgamar a grupos priistas, panistas, perredistas y hasta morenistas, teniendo como soporte la enorme popularidad que le concede su acertada actuación al frente del ayuntamiento.
Ante ello, ni “EL CACHO TORAL” ni su recomendado MÁRQUEZ ni JAIME MARTÍNEZ, ni el llamado “Chilero”, tienen la imagen para imponer patrones propios. Simplemente porque la mayoría del ejército tricolor está de parte de DOÑA LAURA y sin que ella lo pida le consultan. Claro que, por prudencia, omite hacer recomendaciones. Pero con un simple cerrar de ojos puede mandar mensajes. Esa es una realidad inocultable.
Por eso, con sus desavenencias, los priistas altamirenses están colocando otro clavo sobre el ataúd de su partido y parece que el dirigente estatal, EDGAR MELHEM SALINAS, con su necedad, será quien empuñe el martillo. Y ha resultado tan ingenuo, que ni cuenta se da de ello. ¿Y así quiere resucitar el PRI?
De esta forma, el camino quedará pavimentado para que Acción Nacional siga siendo la fuerza dominante y no tenga problemas para seguir conservando la alcaldía y las diputaciones locales. Habrá que seguir de cerca los acontecimientos.
DESALOJAN A LOS INVASORES
En una acción enérgica para contener con oportunidad nuevos intentos de inestabilidad, autoridades federales y estatales procedieron a desalojar en horas de la madrugada a los colonos que habían invadido un amplio predio en las cercanías de la playa de Miramar. El operativo se dio sin mayores sobresaltos ni enfrentamientos lamentables.
Como oportunamente lo dimos a conocer, la ocupación ilegal de esos terrenos, propiedad de particulares, fue promovida por una organización política en formación que aprovechándose de las necesidades de muchas familias les ofrecieron maliciosamente lugares de aposento, a sabiendas que las estaban enviando a una aventura riesgosa y sin viabilidad.
La acción oficial sienta un precedente para impedir que sucedan nuevos acontecimientos similares que parecían haber quedado en el pasado. No más engañifas por parte de políticos inescrupulosos y convenencieros.
EL CASO FÁTIMA
El asesinato de una niña de siete años en la Ciudad de México ha conmovido a la nación, al grado de que se han organizado, en no pocas ocasiones con fondo político, manifestaciones de protesta y en demanda de justicia. Pero las circunstancias en que ocurrió el crimen de la menor aún no están aclaradas.
¿Será un caso más vinculado con la violencia familiar? ¿Será una venganza por ofensas caseras? Habrá que esperar el resultado de las investigaciones para determinar las verdades causas de este asesinato y el entorno en el que se dio. Habrá que estar pendientes.
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Fuente: El sol de Tampico
