Violencia, crisis y una rola de los Stones
ALFREDO C. VILLEDA
El año en curso ha entrado con una serie de inquietudes que han traído a mis sensores de memoria musical una rola de los Stones en la que Mick Jagger canta sobre unos niños a los que ve a la distancia divirtiéndose con juegos que él practicaba, pero ellos creen que son nuevos: “It is the evening of the day / I sit and watch the children play / Doing things I used to do / They think are new / I sit and watch / As tears go by…” Estos días de enero nos enteramos de los retos desde diversos frentes, como el presidencial, en el que juran que ahora sí llegó la hora de la pacificación y, con cuatro pasos clave, en 2020 será realidad tan caro anhelo.
Como a partir de las campañas presidenciales y el inicio de gobierno, no sabemos cómo, apenas líneas generales, pero insisten en que será sobre todo con los programas de bienestar.
Y luego se quejan en Bucareli de que los gobernadores de oposición les mandan a los secretarios de Desarrollo Social y Salud a sus reuniones de gabinete de seguridad.
En resumen, pues, será la misma tónica que este primer año sin resultados en la materia y sí con más, muchos más conflictos entre bandas y ataques a las fuerzas del orden, cuyo desenlace al cierre de diciembre dejó una escalofriante tirilla de ejecutados.
El otro gran pendiente, al menos para una generación como la de su servidor y la siguiente, es la situación de crisis económica, que entre subidas y bajadas no acaba de sortear el país desde tiempos de Miguel de la Madrid.
De aquellas fechas a la actual, cada arranque de año viene con la promesa de que ahora sí, por fin, México comenzará un crecimiento sostenido que creará un millón de empleos al año. Pero este 2 de enero lo que hubo es un aumento impositivo que impactó en la cadena proveedora, las grandes empresas que venden al pequeño comercio, por lo que el “histórico” aumento al salario mínimo quedará pulverizado en la primera ida a las tiendas de abarrotes y de conveniencia, donde se surten quienes ganan ese sueldo, así sea multiplicado por dos o tres.
El año de arranque de este gobierno apenas alcanzó para quedar tablas, por decirlo de alguna manera: crecimiento cero. Estancamiento.
Las promesas sobre los dos grandes pendientes de México, pues, son las mismas escuchadas, como en la rola de los Stones, cada enero desde finales de los años 60.
@acvilleda