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TUITEO, LUEGO EXISTO

HOMERO HINOJOSA

Twitter se ha convertido en un espacio de presencia y acción que muchos periodistas, políticos y diversas celebridades (entre ellas las deportivas) han sabido aprovechar y otras más capitalizar con ello”

Tres recomendaciones me gusta dar en cada inicio de semestre a mis alumnos de Periodismo en donde generalmente abordamos oportunidades de «emprendedurismo» noticioso.
Estas sugerencias son: Tengan una presencia activa en LinkedIn (para visibilidad laboral), escriban un blog y sean activos en Twitter.
Particularmente hago énfasis en la última recomendación. Y es que Twitter se ha convertido en un espacio de presencia y acción que muchos periodistas, políticos y diversas celebridades (entre ellas las deportivas) han sabido aprovechar y otras más capitalizar con ello.
Si usted, estimado lector, no está familiarizado con Twitter aquí va un breve contexto: Esta red social apareció alrededor del 2007 y desde entonces ha logrado reunir a a más de 300 millones de usuarios.
Su modelo social radica en «tuitear» mensajes de hasta 240 palabras e incluir etiquetas (hashtags) con temas asociados a la contribución textual que realiza el usuario. Al igual que Facebook, en Twitter existen seguidores (algunos amigos, otros enemigos y muchos más desconocidos) que deciden estar pendientes de lo que uno envía porque les resulta relevante.
En fechas recientes esta plataforma del «pajarito azul» ha tenido mucha aceptación en México. El ex-presidente Felipe Calderón tiene 5.6 millones de seguidores. El polémico periodista Carlos Loret de Mola alcanza 8.2 millones.
Estar en Twitter es participar en vivo en la noticia y el escándalo del momento. Las primicias primero se asoman en Twitter y de ahí se propagan a otras plataformas sociales —como Facebook— y de mensajería instantánea, como Whatsapp. 
La «selfie» del diputado Gerardo Fernández Noroña, luciendo solo una toalla a la cintura, se propagó primero por Twitter con la etiqueta #NoronaChallenge y de ahí pasó a otras plataformas. Igual trascendió con la noticia del príncipe Harry y su esposa Meghan que
abandonaban la Familia Real británica para vivir más en privacidad.
Muchos opinan que Twitter se ha convertido en un “lavadero” contemporáneo de chismes, noticias falsas y propagación de memes. Diversos mensajes se fabrican cada día para atacar al enemigo político o burlarse de él. La selfie auténtica de Fernández Noroña, por ejemplo, se multiplicó en imágenes falsas que, con un buen retoque del programa Photoshop, han logrado engañar a muchos.
Y es que existe una gran cantidad de usuarios de las redes sociales que caen en una ansiedad y compulsión por «retuitear» y replicar tanto mensaje falso o manipulado que les llegan por redes sociales. En algunos grupos de Whatsapp, por ejemplo, se han establecido algunas reglas instando a los participantes a verificar este tipo de mensajes en lo posible y, en su caso, aportar la calidad de fuente original que lo emitió. Nada mal para comenzar a depurar nuestros entornos de información colectiva.
El futuro de Twitter y las demás redes sociales dependerá precisamente de la voluntad que muestre cada usuario para ser exigente en cuanto a la autenticidad de los mensajes que se exponen y se reciben. Comenzar en nuestros grupos de referencia de amistades sociales es un buen principio que debe extenderse a otras arenas, como apoyar a las organizaciones profesionales que se dedican de tiempo completo a buscar depurar de los espacios sociales este tipo de pseudo-informaciones.

Fuente: Expreso.press

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