“MEME-XICANOS»
HOMERO HINOJOSA
“La última vacilada provino desde el mismo Presidente de México, algo histórico para recordar y para los cronistas de la época registrar”
En México tenemos talento para los piropos, las chistes y los llamados memes. Y es que para conseguir «materia» para burla, humillación y comentario sarcástico no batallamos en nuestro País.
La última vacilada provino desde el mismo Presidente de México, algo histórico para recordar y para los cronistas de la época registrar.
El anuncio de la rifa del avión presidencial no pasó desapercibido. Tenía todos los ingredientes (incredulidad, sorpresa, calidad de la fuente) para mudar su forma y fondo hacia un meme —o varios— y con ello garantizar su propagación y distracción de otros temas relevantes para el País.
La idea de la lotería del avión ha sido un buen tema. Quizá con ello se ha dado una producción de memes nunca antes vista.
Ni los chinos se nos escapan. La noticia de la propagación rápida del llamado Coronavirus ha sido también objeto de vaciladas cibernéticas, algunas de ellas asociadas a la famosa cervecera mexicana.
Los memes, así como los conocemos y difundimos hoy en día, no existían antes de la Era Internet. Es más, no existían previo a las redes sociales. Precisamente con éstas últimas es que nace este género de ciber-humor, un formato fácil de producir (una imagen, un teléfono o computadora y un poco de ingenio mexicano).
En diciembre del 2018 la Real Academia Española apenas le dio validez al término. La define como «imagen, video o texto, por lo general distorsionado con fines caricaturescos, que se difunde principalmente a través de internet».
El elemento difusión es clave para el efecto que se busca. Sin la gasolina del Internet, el meme no fluye, no se expande, no impacta.
Una lingüista del Internet, Gretchen McCulloch, dice que el meme es un mensaje que se propaga por personas que a su vez crean nuevas versiones de ese mensaje. Es decir, estos formatos de burla aumentan su valor al introducir elementos aumentativos, de ingenio y humor.
«Cuando alguien habla de que algo se está volviendo viral en Internet eso es exactamente lo que se busca con la difusión de un meme”, comenta McCulloch.
Lo interesante de este fenómeno es que ha pasado a formar parte de nuestra dieta informativa que obtenemos vía Internet.
Mucho de su impacto radica en su formato de lenguaje breve, directo, en donde la fotografía complementa el texto del meme con no más de seis palabras por lo general.
La velocidad también es fundamental. Premiamos a aquél que lo crea o difunde primero, es decir, mucho cuenta la capacidad de presentarlo como «primicia» —término propio del Periodismo— y en un momento oportuno.
¿Acaso los «net-centers» (cuarteles de propaganda política) juegan un rol determinante? Por supuesto que sí. Los memes del ex-presidente Felipe Calderón, representado como el «Comandante Borolas», tienen su origen ahí.
Los mensajes y videos cortos en nuestras vidas han llegado para dominar la conversación y discusión social del día a día. Los llamados «stickers», emoticons y «gifs», tan populares en nuestros grupos de Whatsapp, se suman hoy también al vocabulario visual junto con los memes para “decir mucho en tan poco” y definir nuestra realidad cotidiana.
Fuente: Expreso.press