Columnas

LOS DESAPARECIDOS

FRANCISCO CUELLAR CARDONA

En el informe de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas dado a conocer por el gobierno federal este lunes pasado, revela que Tamaulipas, junto con Nuevo León, Puebla, Jalisco y Chihuahua, son territorios de peligro para transitar y vivir, luego que acaparan el mayor número de desaparecidos en los últimos doce meses. Del 1 de diciembre del 2018, al 1 de diciembre del 2019, desaparecieron 9 mil 164 personas.
Sólo en Tamaulipas no se sabe el paradero de 613 personas; es decir: casi dos personas por día desaparecen. En Nuevo León, 433 personas son buscadas por sus familias y aunque han denunciado no han saben de su existencia.
Por los caminos del Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila, no existen garantías de libre tránsito.
Un alto funcionario de la Fiscalía de Tamaulipas, admitió «off the record» que ni ellos en sus casas ni en sus trabajos están seguros, «cuando salímos a trabajar no sabemos si vamos a regresar con nuestras familias; la situación, pese a los esfuerzos del Estado de proteger a la sociedad, es muy complicada y no se va a resolver pronto», confesó.
Las Policías Federales de Caminos, recomiendan siempre a los automovilistas que transitan las carreteras de Tamaulipas y Nuevo León, a que lo hagan de día y no de noche. El último ejemplo trágico sobre el tema, se registró el sábado pasado por la noche en el municipio de Mier, en donde una familia potosina que viajaba de regreso a Oklahoma fue atacada por un grupo armado, matando a un menor de 13 años e hiriendo a tres más. O el otro caso que se hizo viral este martes en Nuevo Laredo en donde una familia escapó con vida tras evitar un retén de un grupo delictivo.
En repetidas ocasiones, el gobierno de Nuevo León ha recomendado también a sus paisanos a no transitar las carreteras de Tamaulipas, por inseguras. Aunque las rutas que lleven a los municipios de Anáhuac, Doctor Coss y China, en Nuevo León, son consideradas en estos momentos las más peligrosas, pues los grupo del crimen actúan con toda impunidad en esas regiones, sin que autoridad alguna actúe.
El tema de la violencia en los Estados del Noreste, es un problema grave para cual se han armado estrategias integrales, sin embargo para el asunto de las desapariciones no existe un plan ni una política pública de los gobienos. Del problema solo existen estadísticas y números irreales. 
De los desaparecidos solo se sabe que hay madres y padres de familia deambulando por las calles y oficinas gubernamentales exigiendo justicia y pidiendo auxilio para dar con el paradero de sus seres queridos. Y se sabe del tema solo cuando el gobierno sale a dar cifras del problema como lo hizo Alejandro Encinas este Lunes en la conferencias Mañanera del Presidente López Obrador.
El gobierno está rebasado en el tema; cree que con informar de lo que pasa, cumple con la gente afectada. Las ventanillas y oficinas para atender quejas y denuncias de las víctimas están cerradas o prestan oídos sordos a los reclamos que se hacen. Mientras eso ocurre, siguen desapareciendo personas y los delincuentes continúan operando en caminos y carreteras con todo impunidad, y a la par de eso, los discursos oficiales de que se está actuando siguen escuchando por todos lados.

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