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Entregan la Codehet a resabios del inhumano cabecismo

La pan-cabecista  Olivia Lemus a la Codhet

Por: Mauricio Fernández Díaz

Ciudad Victoria.- En la guerra política lanzada por el PAN y sus aliados, destacará el papel que asumirá la Comisión de Derechos Humanos de Tamaulipas (Codhet) como defensora de los ciudadanos ante la autoridad. Se trata de una función valiosa, pero que termina distorsionada por las inclinaciones partidistas de sus responsables, como el caso de Olivia Lemus, quien laboraba para la Secretaría General del cabecismo y pasó después a presidir la comisión. ¡La Iglesia en manos de Lutero!

Luego de cinco años de autismo laboral, Lemus dejará la presidencia de la Codhet en 2024. Su actitud complaciente fue un cheque en blanco para cometer abusos durante el cabecismo: los Gopes, la policía estatal, los inspectores de la Subsecretaría de Ingresos, todos atropellaron los derechos de la gente sin recibir ningún apercibimiento de Lemus. Eso sí, ahora intenta ganarse la amistad de Úrsula Salazar, la diputada morenista que preside el Congreso Local, para reelegirse.

En realidad, la Codhet actual, lo mismo que el ITAIT, los Gopes, la Policía Estatal, la Fiscalía General de Justicia del Estado, el Auditor Superior y el Fiscal Anticorrupción, son los huevos de la serpiente panista, depositados en la burocracia estatal para envenenar por dentro al gobernador Américo Villarreal, de Morena. A cada uno les extendieron su tiempo mediante reformas legales para seguir a las órdenes de Francisco García Cabeza de Vaca después de su salida. El siguiente paso será denunciar, exhibir y sancionar, incluso inventar y exagerar, cualquier error cometido por la administración morenista, justo lo que evitaron con el reynosense.

La Comisión de Derechos Humanos del Estado de Tamaulipas se convirtió en una caricatura de defensoría en manos de Olivia Lemus desde su llegada en 2018. Solo 27 recomendaciones emitió en 2022, pero en ninguna instó a las víctimas a denunciar penalmente a los funcionarios estatales involucrados, algo que estaba dentro de sus facultades.

Recientemente, la ong “México Igualitario” criticó a la Codhet por el abandono de los cuatro grupos vulnerables que hay en Tamaulipas, que son las mujeres, los adultos mayores, los migrantes y la comunidad LGBTI. Mercurios Espinoza, su dirigente, responsabilizó a la comisión de no promover ninguna carpeta judicial, no obstante el testimonio y las pruebas presentadas por las víctimas.

También en el sur de Tamaulipas, defensores independientes culparon a Olivia Lemus de aislarse de los colectivos, de renunciar a presentarse en las regiones, y de permanecer por largas temporadas y sin motivo aparente en Reynosa, su tierra natal.

Los números altos de Lemus no están en su desempeño como presidenta sino en sus gastos como funcionaria. Ella solita recibe un salario de 110 mil pesos mensuales, y ejerce un presupuesto operativo de 38 millones de pesos al año. Resulta inquietante contemplar sus mediocres resultados a pesar de la inyección de recursos económicos, que ya quisieran en muchas dependencias.

Como empleadora, ha sido realmente generosa en todos estos años; la Codhet tiene más personal que nunca: cuatro directores generales, 16 directores de área y 28 jefes de departamento. Por lo tanto, hay infraestructura, pero faltan avances.

Estos avances ahora sí se verán, y la Codhet dirigirá sus jabalinas al pecho de la 4T. Ya merodea en torno al caso de los cuatro jóvenes asesinados en Nuevo Laredo durante un enfrentamiento con el Ejército. El propósito es claro: señalar a los gobiernos de Morena de ejecución extrajudicial y enturbiarle el ambiente político tanto al presidente López Obrador como al gobernador Américo Villarreal.

Se sabe también que busca “asesorar” a ciudadanos de Victoria para que exijan al Gobierno Municipal acceso al agua y servició públicos completos, cuando en tiempos del payaso Xicoténcatl González y de Pilar Gómez, la prima de Cabeza de Vaca, ni osaba mirarlos.

Desde Estados Unidos (donde se oculta el exmandatario panista) y el Comité Directivo Estatal del PAN, saldrán las órdenes para que Olivia Lemus persiga a la administración del doctor Villarreal Anaya. Es una vieja estrategia política que justifica la designación de personas de ínfimo perfil, como Olivia Lemus, en cargos de fundamentales para los ciudadanos.

En 2023, Cabeza de Vaca soltará sus sabuesos contra las figuras de Morena en la entidad. Con eso, prepara su regreso a la arena pública y desgasta la imagen del gobierno estatal con miras a reposicionar al PAN para las elecciones de 2024.

Si este es un juego de ajedrez, Cabeza de Vaca ha hecho un movimiento favorable para su partida, pero no debe confiarse. Es el turno del gobernador Américo Villarreal, y el suyo será contundente este 12 de marzo, día de su informe.

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