MELITÓN GARCÍA DE LA ROSA
Nuevo Laredo está, en términos policiacos o de la inseguridad, muy caliente, han sido días muy difíciles para los habitantes de aquella región de Tamaulipas, donde la delincuencia organizada ha desatado el terror, mientras las corporaciones estatales en mayor medida les hacen frente y desde su Palacio Nacional Andrés Manuel López Obrador asegura que su ‘estrategia’ seguirá igual, que porque ya sabe que funciona.
Así es mis queridos boes, yo creo que AMLO sabe del fracaso de su dichosa estrategia de abrazos no balazos, pero se hace el tonto, mientras como en Nuevo Laredo, en el resto del país, los grupos se hacen fuertes y desafían a las autoridades estatales ante la desatención federal.
Ayer fueron al menos 10 los muertos, un día antes habían sido 4, mientras que la policía estatal y sus cuarteles siguen siendo el blanco de ataques, porque son las que los están combatiendo.
En Nuevo Laredo lo saben la estrategia no ha funcionado, lo están sufriendo, como lo sufren en casi todo Michoacán, Guanajuato, Guerrero, Nuevo León, Morelos, Jalisco y otros estados, pero ayer AMLO insistió en que si funciona.
«Ya sabemos que funciona que tengamos presencia en las calles, en las colonias, es que no había nada. No había protección, lo que estaba era la Policía Federal y ya sabemos cómo estaba. Entonces pasar de 100 mil elementos este año de la Guardia Nacional», dijo en la mañanera.
No le hace que el 2019 haya sido el año más violento desde que se mide la inseguridad, tampoco le hace dudar de su propia mentira que se rompió récords en asesinatos violentos, secuestro y extorsión.
No ve lo evidente: los grupos están ganando terreno, reconquistando parcelas que ya les habían sido arrebatadas y violentando ciudades que estaban en relativa calma.
A los de Tamaulipas debe preocuparnos que la falta de apoyo federal nos haga retroceder los pasos andados en favor de la seguridad los últimos tres años.
Debe alertarnos que la violencia que se desató en los últimos días en Nuevo Laredo vaya a contaminar zonas del Estado donde los días de tranquilidad son los más.
Tendríamos que estar reclamando una acción federal de apoyo al Estado que está incluso poniendo su cuota de sangre entre nuestros policías, antier mataron a uno y hay varios heridos de bala.
La exigencia es válida, toda vez que los delitos que se cometen por los grupos son de carácter federal y éstos no se inhiben con abrazos.
Pero además, la exigencia tiene que ser, porque Tamaulipas ha dejado el top de los estados más violentos del país y a nadie de la gente de bien que vivimos en esta hermosa región nos gustaría volver a esa deshonrosa lista.
No lo digo yo, ni lo dice la autoridad estatal, son los propios datos de la 4T y su Sistema Nacional de Seguridad Pública, que en su informe trimestral indica que al cierre de 2019 el Estado se ubicó en los sitios 18 y 21 en materia de homicidios dolosos e incidencia delictiva.
Pero además, en dicho informe se establece que es el segundo año consecutivo Tamaulipas se mantiene fuera, muy alejado de las 10 entidades con mayor incidencia delictiva.
De acuerdo con el Sistema Nacional de Seguridad Publica, en Tamaulipas el índice de homicidios dolosos cayó en el último trimestre del 2019 un 27%, convirtiéndose en uno de los cuatro estados donde éstos bajaron más del 25%.
Comparado con otras entidades el informe es elocuente; en Nuevo León los homicidios subieron en el mismo periodo un 54%, en Sonora el 41%, en Morelos el 40% y en Hidalgo el 36%. En el semáforo delictivo, el SNSSP ubica pues a Tamaulipas en color verde.
Repito lo de siempre, Tamaulipas no es el paraíso en materia de seguridad, pero quienes vivimos muy de cerca los dos últimos sexenios estatales recordaremos que lo que ha ocurrido en estos días por Nuevo Laredo era cosa de buena parte de los municipios, la Ribereña era zona de nadie, a San Fernando lo conocíamos como el triángulo de las bermudas, Reynosa y Matamoros eran el infierno por las balaceras, Victoria vivió semanas de terror y el sur estuvo por meses asolado por la inseguridad y el secuestro.
Insisto son días que nadie quiere volver a sufrir, por eso la importancia de defender lo que ya se ha logrado, por eso la exigencia de que la Federación aplique más que abrazos en la lucha por volver la seguridad.
El gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca lo ha dicho: el Estado no dará tregua en la lucha contra las bandas.
Esperemos que pronto venga el espaldarazo de la Federación que tanta falta hace. Comentarios: meliton-garcia@hotmail.com Twitter: @melitong
FUENTE: EXPRESO.PRESS
