Columnas

Simplemente le urgía

AGUSTÍN JIMÉNEZ

Habían sido muchas semanas en las que el actual presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Andrés Manuel López Obrador, tenía que sortear hábilmente los golpes mediáticos y de los representantes de la prensa en sus conferencias mañaneras en torno al tema de la inseguridad. Cuando no fue el caso de los LeBarón, fue la negociación de un presunto líder delincuencial o las balaceras que parecen no tener fin en el norte de nuestra República Mexicana.

Lo vimos inquieto, angustiado; dos días, por lo menos, perdió la seguridad que lo caracteriza y pudimos observar al AMLO de los episodios en los que fue derrotado: Visceral, agresivo y sin ser dueño de la situación. Sus palabras eran desmentidas por los hechos y estaba urgido de un elemento que le devolviera esa racha ganadora que parecía estarse escapándosele de las manos.

El mejor día, sin duda alguna, de la transición entre el primero y el segundo año de gobierno del presidente López, fue el anuncio hecho por el departamento de seguridad de los Estados Unidos Mexicanos, sobre la detención del otrora jefe de la seguridad nacional en México, Genaro García Luna. Este hombre que fuera el brazo derecho de Felipe Calderón y una de las figuras cercanas a Fox Quezada y a sus hijos políticos, hoy se encontraba tras las rejas, acusado de haber recibido sobornos millonarios de parte de Joaquín Guzmán Loera.

De inmediato resonó el argumento de AMLO en las mañaneras: “Heredamos un país con problemas de corrupción… La política de declararle la guerra al narco en el 2007 se pensó que resolvería los problemas de inseguridad, lo que produjo fue un agravamiento, asesinatos, desaparecidos, destrucción del tejido social…se supo en el mundo que el encargado de la seguridad del 2006 al 2012 está detenido, acusado de proteger a un grupo delictivo…”, dijo el tabasqueño.

¿Quién podía contradecirlo ahora? El presidente López engrandeció su postura y no hay manera de negárselo. Una extensa investigación realizada por las autoridades norteamericanas a partir de una declaración del “Rey” Zambada durante el juicio de su “excompadre” Joaquín, fue la “hebra” que se siguió para dar con la madeja.

Seguramente, la detención de una figura del tamaño de García Luna está poniendo a temblar a más de uno que tuvo vínculos con el poder en los últimos 20 años. Pues el nombre de este personaje, como lo citamos renglones arriba, está fuertemente enlazado con Vicente Fox Quesada; mucho más estrecho era su vínculo con Felipe Calderón y, cabe una amplia posibilidad que también fueron citados sus apellidos en la administración de Enrique Peña Nieto.

No obstante, sería sano que AMLO fuera un poco más prudente durante los discursos que lanza a los representantes de los medios de comunicación, pues no hay que olvidar que su gabinete y equipo indirecto de trabajo está formado en un buen porcentaje por personajes emergidos de corrientes priistas y panistas quienes vieron en Morena el escaparate para continuar exitosamente su carrera política.

Sería un absurdo negarnos a que más de uno del actual régimen tenga lazos, negocios o amistad con el actual detenido.

Quien de inmediato se desmarcó de Genaro García Luna y no ha hecho más declaraciones a través de sus redes sociales, es su antiguo jefe Felipe Calderón, quien señaló que “Desconocía las actividades” del que fuera su brazo derecho. Aunque en ese tenor, ya hay una investigación que lo contradice seriamente.

En un conocido libro que desató polémica durante el final del mandato peñista, una periodista entrevistó al general Tomás Ángeles, quien fuera inculpado por tener vínculos con el crimen organizado por el propio García Luna y, en esa plática, el militar declaró que siendo él uno de los candidatos a ocupar la Secretaría de la Defensa Nacional, se presentó ante el presidente electo Calderón y le hizo comentarios sobre la conducta del ahora inculpado.

Asimismo, le entregó un expediente con el que se respaldaban sus palabras, no dejando lugar a duda alguna. Calderón Hinojosa agradeció y se despidieron. Cabe hacer mención que Ángeles Dauahare señala como testigo al fallecido Juan Camilo Mouriño, por lo que, en otras palabras, no hay testigo alguno.

Como usted recordará, gentil amigo lector, días después, Genaro García Luna fue presentado oficialmente como miembro del gabinete y, posteriormente, el general fue detenido y conducido “a la sombra”, llamó poderosamente la atención que, a la postre y al siguiente día en libertad, con sus derechos civiles y militares recuperados, el heredero de Felipe Ángeles se presentara ante sus superiores para ponerse “a la orden” como lo marcan los cánones castrenses.

Con la detención de García Luna veremos el inicio de un nuevo capítulo en la historia de la política mexicana y con la de él, veremos “rodar varias cabezas”, figuradamente hablando, del teje y maneje de las altas esferas del ejercicio del poder en nuestro país.

Y hasta aquí porque, como decía un periodista, el tiempo apremia y el espacio se ha agotado.

¡Hasta la próxima!

Escríbame a:

licajimenezmcc@hotmail.com

Y recuerde, para mañana ¡Despierte, no se duerma que será un gran día!

Fuente: El sol de Tampico

Notas relacionadas

Te puede interesar
Cerrar
Botón volver arriba