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Para estar triste, me basta estar solo, para ser feliz necesito compañía

RAÚL NAVA GUTIÉRREZ

Imaginen ustedes, de la piñata, los romeritos y el ponche, al Coloso de acero para corretear unos a Dorlan Pabón (fácil) y otros a Renato Ibarra (más fácil)… ¿Por qué someternos a ese trance si la estábamos pasando muy bien?. Ahora tendré que esperar para saber que cara pondré cuando me entere de quién ganó. En mi caso, créanme, no sé como reaccionaré, pues soy rayado por sentimentalismo y americanista por convicción, ¿a quién le echo porras? ¿a quién le miento la madre?

La arrogancia forma parte del orgullo y, el orgullo es el peor de los defectos. El deporte es un juego que ha evolucionado directo a las reglas y, desde ese momento dejó de ser juego par convertirse en deporte, antes de eso se le llamó juego lúdico, cuya función consistía en enseñarnos el movimiento, hasta que nuestro entendimiento alcanzó el grado de intelectualidad, entonces aquello que nos era tan divertido se tornó aburrido.Ahora, no podías tocar el balón con las manos, ni podías empujar o hacer zancadilla a los contrarios, había tiros libres, tiros libre indirectos, tiros de castigo, tiros de esquina y, fueras de juego, ahora sí era determinante aplicar la inteligencia, complejidad que le dio interés al juego.

Pero todas estas modificaciones que daban interés al juego, exigían al jugador un mayor rendimiento, así que fue necesario agregar la preparación física para aguantar el tiempo oficial de juego, que antes era de… hasta que me canse… hasta que se haga de noche, etc., Y cuando ya todos entrenábamos, nos dimos cuenta de que los alemanes corrían mucho más que los demás. Entonces comenzamos a imitar a los alemanes, quienes se valían de métodos científicamente elaborados y plenamente confirmados.

Y como el estudio de los distintos movimientos que se realizan para dominar el terreno de juego o la poseción del balón, se comenzó a ver el futbol como una cuestión bélica y, en las guerras predominan las estrategias. Contrario a lo que muchos piensan, el ajedrez derivó de la guerra y no al contrario, así fue que aparecieron las “torres” (carrileros), los “alfiles”(medios abiertos), los caballos (enganches), la “reyna” (CR-7 y Messi), los peones (contenciones que son carne de cañón) y finalmente, el más fregado de todos, el rey, que solitario tiene que defenderse de todos (el portero).

Cuando ya dominaste todas estas complejidades, que por ser físicas te educan (recuerda que solamente lo tangible nos puede educar), se presentan las otras, las subjetivas, las que no se ven, las que componen para el entrenador, el lado difícil de la enseñanza, las razones que te entusiasman y las que te derrumban. Está probado que la endorfina tiene la facultad de hacernos insensibles al cansancio y, la endorfina, que es un bioquímico que no se vende ni en las farmacias ni en el narcotráfico, sino que nuestro organismo nos las dará a partir de tres minutos de ejercicio intenso, calentamiento al que en el Siete y Medio, muy pocos acceden, pensando los que no lo hacen, que con ello están estarían gastando energías.

Pues bien, se dice que para estar triste podemos estar solos, pero para ser felices, necesitamos compañía. Bien, pues la alegría tiene la facultad de producir endorfina, así, cuando anotamos un gol, la felicidad que eso nos produce genera un entusiasmo en todos los que cooperamos para ello, que signifíca el 30% del siguiente gol, de ahí la conveniencia de celebrar el gol igual que celebraban los seguidores de Jupiter, distinto a la jovialidad del joven, exclusiva de los que están en esa etapa de la vida… Hasta aquí, en estos dos párrafos les hablé de lo que no se ve, pero que igual que la electricidad, existe y, que más te vale que no lo confirmes, pues si tocas ahí, en donde está, si es 110 se te pararán los pelos, pero si es 120, se te pondrán chinitos chinitos.

El mejor propósito del juego lúdico es que al causarnos placer, nos evita el dolor que produce el cansancio, por eso cuando el juego se convierta en deporte, no separemos de él el placer. Es común que nuestro pueril razonamiento (de niño) no podamos resistir el dolor que nos produce perder, lo que no es otra cosa que arrogancia, no existen los invencibles. Toda esta negativa reacción nos la han inyectado los gringos amantes de Vini Lombardi, quien dijo que “el triunfo no es lo más importante, es lo único” por mucho tiempo lloré por mis derrtotas, hasta que la Biblia me dijo que “Dios no me pide que sea el mejor, pero sí me pide que lo intente con toda mi voluntad”… Desde entonces analicé mis derrotas, así las veces que encontré que luchando con todo mi esfuerzo, no fue suficiente, mi conciencia quedó tranquila y acepté que perdí porque el contrario era mejor que yo, así al siguiente día volveré al entrenamiento, buscando ser mejor… Monterrey y América juegan muy parecido, pueden perder, pero nunca dejan de luchar y, con eso cumplen con lo que Dios les pide, haciendo que sus derrotas tengan la misma o más dignidad que cualquier victoria… Así que gane quien gane, este 31 seré feliz.

Hasta pronto amigo.

Fuente: El sol de Tampico

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