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¡Fracasó la Guerra Sucia de CDV contra MORENA! Por : Mauricio Fernández Díaz

Lo que el viento a Juárez: la guerra sucia contra Morena Tamaulipas

Ciudad Victoria.- La deuda de Cabeza de Vaca con los tamaulipecos es de tal magnitud que ya se lo reclamaron en la elección de este año. Es una deuda no solo financiera, desde el punto de vista de la administración pública, sino también de compromisos incumplidos y de actos de autoridad. Se le recordará por aumentar los impuestos, por retrasar el pago de becas escolares y por la escasa infraestructura para mejorar la vida de las familias (escuelas, hospitales y caminos). En eso piensa la gente cuando le mencionan a Cabeza de Vaca.

A estos males se suman las denuncias por corrupción del gobernador y su familia, y tenemos finalmente el último clavo sobre el ataúd de su mandato. El imaginario colectivo está poblado de estas estampas humillantes por más que quiera fingir ser otra persona o desviar la atención. Su deseo es que todos se indignen por el caso Carmona y caiga el desprecio sobre los miembros de Morena, pero sus intentos han fracasado.

Los conservadores se llenaron las manos de fango y humus y lo arrojaron sobre los morenistas estatales, en un intento frenético de diezmar su popularidad. Lo tomaron de la historia de Sergio Carmona, empresario ultimado a balazos en Nuevo León, y la relación que sostenía con aspirantes de la izquierda a la gubernatura de Tamaulipas, incluso con el líder nacional, Mario Delgado. Fue un ataque intenso, virulento, salvaje, verificado en medios de comunicación, redes sociales y actos públicos. No hubo un día, entre el 23 y el 27 de noviembre, sin que se cuestionara el financiamiento de los candidatos de la 4T y su estilo de vida.

Pero nadie sabe para quién trabaja: la embestida del gobierno de Francisco García Cabeza de Vaca y sus testaferros ha tenido repercusiones positivas dentro de Movimiento de Regeneración Nacional.

Si dividirlos, confrontarlos y destruirlos era el objetivo de esta campaña de difamación, ha tenido más bien el efecto contrario: los ha unido, integrado y fortalecido en un mismo fin. En un principio pudo haberse dado diferencias y hasta ligeros roces entre los aspirantes de Morena a la candidatura, pero el escándalo Carmona y la persecución de los panistas los ha hecho volver a los objetivos originales del movimiento. En este partido, por más precandidatos y grupos que haya detrás de una candidatura, solo existe un proyecto político, y es el de todos: lograr la cuarta transformación de la vida pública del país, encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Acá no hay tentativas personales, visiones propias o individuales del ejercicio de gobierno, como ocurre en el PAN, fragmentado en mil pedazos por culpa de Ricardo Anaya y Marko Cortés. No; en Morena prima una sola propuesta de desarrollo social y económico que hoy cuenta con la mayor aprobación de la historia nacional. Y Tamaulipas no ha sido la excepción: por eso tiene el doble de preferencias electorales que Acción Nacional para ganar la gubernatura del estado.

A ratificar este proyecto acudieron el sábado varios miembros y aspirantes de Morena a la gubernatura, en Ciudad Victoria. Coincidieron en el Hotel Everest Rodolfo González Valderrama, delegado federal de la Secretaría de Bienestar; Adrian Oseguera kernion, presidente reelecto de Ciudad Madero; Maki Ortiz, exalcaldesa de Reynosa; Adriana Lozano, diputada federal; Guadalupe Covarrubias, senadora; Úrsula Salazar, diputada local; Olga Sosa, exdiputada Federal; Claudia Hernández, diputada federal; Carlos Eliud , consejero de Matamoros; Enrique Torres, presidente de Morena Tamaulipas; Edna Rivera, exdiputada local; Jorge Salomón, Morenista de Ciudad Mante, y Carlos Turrubiates, de Ciudad Madero. De inmediato se impuso el liderazgo de González Valderrama, a quien una testigo saludó con el grito “¡Gobernador!”, por su calidad de favorito en la contienda interna. Pero él no hizo alarde de ese cumplido ni usurpó para sí la atención del encuentro. Al contrario: se integró al clima de unidad y compañerismo que disipó las sospechas de división que la campaña negra intentó despertar en la sociedad.

Se notaron, sin embargo, las ausencias del senador Américo Villarreal Anaya; Erasmo González Robledo, diputado federal y presidente de la Comisión de Presupuesto, y José Ramón Gómez Leal, el ‘JR’; evadieron así enfrentarse con la prensa para hablar de su cercanía con Sergio Carmona. Aunque han sido los más dañados por el escándalo, el partido los respalda y está con ellos para no ceder terreno a los enemigos de Morena.

¿Y quién es el enemigo? Dejemos que esta cuestión la responda Ernesto Palacios Cordero, delegado especial de Morena en Tamaulipas: “No nos extrañaría que hubiera la mano metida en este caso, o en otros casos, del gobierno estatal, porque ya tienen rato queriendo desprestigiar algo que no puede.” Don Ernesto ha sostenido justamente lo mismo que nosotros en este comentario sobre a quién deberían juzgar los ciudadanos. “Nosotros no somos iguales –asegura–. El régimen de corrupción que encabeza el gobernador actual es lo que debe estar en el banquillo de los acusados”.

La reunión del sábado ha tranquilizado a los grupos morenistas después de los ataques que cayeron la semana pasado. El partido está unido, encaminado y convencido. No lo perturbará ninguna orden de presentación, citatoria o comparecencia. Por más que la Unidad de Inteligencia Financiera del Estado trate como delincuentes a miembros de Morena en Tamaulipas, el movimiento seguirá firme con su agenda de trabajo en busca de la gubernatura del estado, al lado de la gente, que lo sigue y respalda.

En cambio, cuánta improvisación, malestar y desconfianza se manifiesta en la campaña interna del PAN. Los pronósticos ubican a este partido en segundo lugar de preferencias; Morena lo aventaja con el doble de votos. Si quisiera reclamar a alguien la baja popularidad de sus siglas, que dirija la queja contra Francisco García Cabeza de Vaca.

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