Nada qué criticar y mucho que elogiar, hasta cabe pensar que se perdió circunstancialmente
¡Qué festín!… Platillo principal: Monterrey vs. Liverpool… Postre: Barcelona vs. Real Madrid… Tal y como lo dije en mi columna de ayer, los partidos hay que jugarlos, los recursos tácticos del futbol moderno han permitido que equipos líderes en un futbol superior puedan ser igualados por otros de menor nivel, siempre y cuando cuenten con el director técnico capaz de manejar tales recursos
Seguramente hoy habrá muchos sorprendidos por el extraordinario rendimiento de los Rayados, mientras que otros como yo, esperabamos que el Monterrey, con una buena exhibición, ganara el reconocimiento internacional, cosa que se logró con creces, todo estuvo tan ajustado que ninguno de los dos equipos merecía perder.
El Liverpool, que sobre la base de las estadísticas, es considerado en este momento como el mejor equipo del mundo, que semejante a Rayados, no han terminado aún con sus compromisos del presente año, hubo de prescindir de algunos jugadores considerados base, tales como Sadio Mané, Roberto Firminho, Trent Alexander Arnold, de quienes con todo el dolor de su corazón, Jurgen Klopp hubo de echar mano para poder ganar este juego, prescindiendo únicamente de Virgil van Dijk ex-balón de oro.
Estos son los hombres que Klopp mandó al terreno de juego: Alisson Becker, James Milner, Joe Gómez, Jordan Henderson, Andrew Robertson, A. Oxiade Chamberlain, Adam Laliana, Naby Keita, Mohamed Salah, D. Origi y Xherdan Shaquiri, entrando en la segunda parte Roberto Firminho, Sadio Mané, Trent Alexander Arnold… Por Monterrey iniciaron: Marcelo Barovero, Stefan Medina, César Montes, Nicolás Sánchez, Leonel Vangioni, Carlos Rodríguez, Celso Ortiz, Jesús Gallardo, Rodolfo Pizarro, Dorlan Pabón y Rogelio Funes Mori y, en la segunda parte vieron acción Miguel Layún, Jonathan González y Maximiliano Meza.
Fue al minuto 11, cuando la genialidad de Mohamed Salah, encontró el espacio por donde penetró el jugador más atrasado, el medio de contención Naby Keita, quien fue asistido magistralmente por el faraón, que mandó el balón al hueco dejando solo a Keita para que tranquilamente venciera a Barovero con tiro suave pegado al poste… Poco duró el gusto a los ingleses, pues en el minuto 14, Jesús Gallardo remató con una fuerte volea que con dificultades rechazó Alisson, para que Funes Mori que asistió a la cita, controlara el balón emulando a su rival Keita para igualar los cartones.
El resto del partido fue un concierto de buen futbol en el que las defensivas superaron al trabajo de las ofensivas. Muchas fueron las ocasiones en las que creímos que el balón entraría, pero la buena actuación de los porteros lo abortó todo, especialmente Alisson Becker, que desvió disparos muy peligrosos de Pabón, Gallardo y Funes Mori.
Si bien es cierto que aunque no ganó el equipo mexicano, sí dejó un grato sabor de boca al público internacional, pero lo que en lo personal más me gustó, fue la extraordinaria exhibición, principalmente de Jesús Gallardo y, después Rodolfo Pizarro, César Montes, Carlos Rodríguez, Miguel Layún y Jonathan González, lo que seguramente ha de tener de plácemes a Gerardo “Tata” Martino.
Y más tarde, otra fiesta futbolera, el juego más esperado mundialmente, el conocido Derbi español, el Barcelona que recibió al Real Madrid, equipos que en este momento comparten el liderato de la Liga Española. Los locales saltaron al campo con: Marc Andre ter Stegen, Nelson Semedo, Gerard Piqué, Clement Lenglet, Jordi Alba, Sergi Roberto, Iván Rakitic, Frenkie de Jong, Lionel Messi, Luis Suárez y Antoine Griezmann, entrando en la segunda parte: Arturo Vidal y Assumane Fati… Los Merengues del Real Madrid lo hicieron con: Thibaut Courtois, Daniel Carvajal, Raphael Varane, Sergio Ramos, Ferland Mendy, Federico Valverde, Carlos Casemiro, Toni Kroos, Isco Alarcón, Karim Benzema y Gareth Bale, entrando después Luka Modric y Rodrygo.
Este ha sido un partido en el que la ausencia de goles no demerita para nada su belleza. Choque de las más estudiadas tácticas, apoyadas por una disciplina a toda prueba que exhibe la calidad y profesionalismo de los jugadores dignos de estas dos enormes escuadras. Que distintos parados los de estos equipos, los merengues fieles a su estilo, paran a sus defensas en lo que nos parece una suicida línea al jugar contra la penetrante ofensiva catalana, que sabido es, derrumba cualquier tipo de escollo que le antepongan, mientras que la retaguardia catalana se agrupa en su área impidiendo el temible juego corto de los merengues, pero exponiéndose a los temibles obuses de los blancos. Difícilmente vemos un cero a cero en el derbi español y hoy, sin que las ofensivas hayan jugado mal, las defensivas salieron adelante brindando un hermoso espectáculo. Con este resultado, la cumbre española permanece con sus dos máximos exponentes al frente… ¡Ah! Qué formidable día.
Hasta pronto amigo.
Fuente: El sol de Tampico
