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EL PRI; LA DEBACLE

PRI SE DESFONDA

CABEZA DE VACA, FRANCISCO CHAVIRA Y GUSTAVO CARDENAS YA EN PRECAMPAÑA
AL PRI SE LE ESCAPA EL TIEMPO Y NO SE VE QUIEN PUEDA ABANDERARLO
Mauricio Fernández Díaz

DESOLADOR PANORAMA PARA EL PRI EN EL 2016

El PRI se enfrentara a un inédito y atípico escenario electoral el próximo año, cuando se efectúe la renovación de alcaldías, diputaciones y principalmente la gubernatura.

Históricamente, aproximadamente dos años antes de la fecha electoral se empezaban a filtrar a los medios de comunicación un puñado de nombres, presuntos aspirantes a la gubernatura por el PRI; algunos eran lanzados como distractores, otros como señuelos y algunos más como relleno; en la simulación, ninguno reconocía abiertamente tener aspiraciones, dejando siempre la puerta abierta con un “pero si mi partido me lo pide….”

Perversamente, el Gobernador en turno daba esperanzas a todos; con la decisión ya tomada, solo el mandatario y unos pocos muy cercanos a él sabían quién sería el elegido; los demás eran utilizados, movidos como títeres, como peones en un tablero de ajedrez; periódicamente alimentaban sus esperanzas, por separado, con “señales” que cada uno de ellos interpretaba como claros indicios de que “él” sería el elegido; garantizaba así el sistema la lealtad incondicional, la sumisión y obediencia ciega hasta el último minuto; cuando se daba a conocer el nombre del elegido; Una vez dado a conocer el nombre del ungido, a los demás ya no les quedaba tiempo de rebelarse; una promesa de ser incluido él y su grupo en la siguiente administración era suficiente para que se sumaran a la cargada.

En 1988 los aspirantes eran DIODORO GUERRA, MARCO ANTONIO BERNAL, TOMAS YARRINGTON, OSCAR LUEBBERT y ANTONIO SANCHEZ GOCHICOA.
Diódoro se retiró de la contienda, y les pidió a sus simpatizantes que apoyaran a Marco Antonio Bernal; Luebbert fue convencido de que, subterráneamente apoyara a Tomás Yarrington con la promesa de que él sería gobernador en la próxima elección.
Quedaron así Yarrington, Luebbert y Marco Antonio; Sánchez Gochicoa iba de relleno solamente.

Es un misterio el cómo convencieron a Luebbert…su historial político era bueno y tenía grandes posibilidades de triunfar Ese 1998, LUEBBERT estaba en su último año como alcalde de Reynosa y ya traía muchas tablas en esa arena política.
Había sido diputado federal (1991-1994) y de 1989 a 1990, Subsecretario de organización del CEN del PRI; de 1993 a 1994, Presidente del CDE del PRI en Tamaulipas.

Al parecer el pago por servicios prestado fue la supersecretaria de SEDESOL y su inclusión como aspirante a la candidatura la siguiente elección.

En 2004 se desató de nuevo la lucha por la candidatura del PRI para la gubernatura.
Saltaron a la arena, HOMERO DIAZ RODRIGUEZ que era el favorito, OSCAR LUEBBERT GUTIERREZ, EUGENIO HERNÁNDEZ FLORES, HUBERTO FILIZOLA HACES y BALTAZAR HINOJOSA OCHOA.

Filizola fue el primero en retirarse. Baltazar Ochoa también se hizo a un lado a pesar de llevar un buen paso en la precampaña, seguido de Homero Díaz.

Quedaron solos frente a frente Oscar Luebbert y Eugenio Hernández; nadie daba un cacahuate por el bisoño político; las apuestas estaban 5 a 1 a favor de Luebbert.

Algo paso; algunos aseguran que fue un desliz, algunos alardes de Oscar lo que decidieron su futuro; otros, que el C.O. metió las manos a favor de Eugenio; la realidad solo la saben los protagonistas. La decisión para elegir candidato la tomó Tomas y fue Convención de Delegado en lugar de consulta a la base; el resultado fue desastroso para Oscar…obtuvo… 97 VOTOS.
EUGENIO HERNANDEZ FLORES, obtuvo… 1, 342 VOTOS.

Oscar amenazó, se rebeló e incluso advirtió que apelaría. Al final nada pasó y el grupo de Luebbert fue desterrado de puestos públicos.

De la elección del 2010 ya se sabe que paso y como se forjo desde mucho tiempo antes la candidatura malograda del finado Dr. Torre Cantú.

Hoy, el escenario es turbio, caótico.

Los priístas carecen de cuadros con el peso y la calidad de los que antaño competían por ser candidatos; la caballada está muy flaca, aseguran los mismos priístas.

A tal grado de desnutrida que se menciona –lo que ya de por si es una declaración de anemia- a un tal Alejandro Guevara o a una Mercedes del Carmen guillen; el primero, con todos los defectos que no debe tener un político y la segunda con dos pesadas lozas; su paso por las administraciones de Tomás Yarrington y de Eugenio Hernández.

Con una agravante; los candidatos de oposición que enfrentaron Eugenio y Tomás eran alquilados.
En esta nueva era, el PAN va por la gubernatura con un Cabeza de Vaca engrandecido, con el control del CDE y de la bancada panista en el Congreso, así como con el apoyo de un fuerte grupo cupular de Acción Nacional formado por Senadores y gobernadores; Gustavo Cárdenas inicia su campaña hacia la gubernatura contendiendo por la Diputación Federal; pierda o gane será diputado, ya que va también por la vía plurinominal; con esa inercia seguirá hasta el 2016 sin descartar una posible alianza entre su partido el Movimiento Ciudadano y el PAN.

Y para rematar, el activista y luchador social Francisco Chavira lleva ya un buen trecho en campaña; ha colocado 23 bunkers o casas de campaña a lo largo de la geografía tamaulipeca y su inclusión como candidato independiente en la boleta electoral del 2016 está casi asegurada; con el hartazgo ciudadano hacia todo lo que representan los partidos políticos Francisco Chavira tiene una franja muy amplia de potenciales votantes.

El PRI hoy, se ve como el rival más débil.

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