FRANCISCO CUÉLLAR CARDONA
En esta semana, se conocerá la suerte del vecino gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco. Los diputados decidirán este lunes, a través de la Comisión Anticorrupción si el mandatario independiente de la entidad vecina, es echado del poder por haber violado la ley al usar recursos públicos para reunir las firmas que le valieron ser candidato a la presidencia de la República en el 2018.
Si el Congreso de Nuevo León, acuerda destituir al Bronco, sería este el primer gobernador sacado del poder desde los tiempos de Carlos Salinas de Gortari, y el primero en el régimen de la Cuarta Transformación, sentando un precedente que obligaría poner las barbas a remojar a algunos gobernadores que no traen bien las cosas en sus Estados o que han cometido ilícitos.
Jame Rodríguez Calderón, El Bronco, es el primer gobernador independiente de México, pero también es un hombre solitario que no tiene agarraderas políticas ni en Nuevo León, ni en el nuevo gobierno de la 4T que lo apoye o abogue por él. Tampoco cuenta con un partido político que lo respalde o lo defienda en estas horas difíciles.
El Bronco, ganó la gubernatura de Nuevo León y sentó un precedente en la historia política en el país; puso en evidencia al sistema de partidos y se consagró como la figura independiente más importante de México al ganar el poder en el Estado más rico e influyente del país, a tal grado que se lanzó como candidato presidencial en e 2018. Sin embargo, hoy está indefenso y a merced de un Congreso dominado por panistas, priistas, morenistas, y de seis diputados de Movimiento Ciudadano que tienen una sed enorme de venganza para cobrarle facturas pendientes.
Rodriguez Calderón, en todas las encuestas que se han levantado en el presente año, aparece evaluado como el peor gobernador del país. En Nuevo León no hay quien lo defienda y la mayoría opina en que debe irse o ser destituido del cargo. Ante este escenario adverso, y aunque la Suprema Corte ha emitido un recurso en su defensa, no lo salva de la montaña de intereses que se han volcado y conjuntado para que lo sancionen.
Si tumbaran a El Bronco, Nuevo León caería un una crisis política que cimbraría al país por lo que económica y políticamente representa el Estado en la escena nacional.
Incluso, hay quienes aseguran que el Presidente López Obrador sacaría raja política de eso, pues fortalecería su discurso de que la impunidad ya no tiene cabida en México, y estaría enviado un mensaje a todos los gobernadores rebeldes que se oponen a sus acciones de gobierno. Además, no falta quien diga que Nuevo León, es la joya de la corona que busca la Cuarta Transformación y que por medio de Alfonso Romo, busca crear las condiciones para que en el 2021, Morena gane la gubernatura en Nuevo León.
Esta semana, pase lo que pase, Nuevo Leon será noticia, al margen de lo que decida el Congreso nuevoelonés. Este lunes, la Comisión Anticorrupcion votará el dictamen de castigo al Bronco, que todos aseguran viene en contra del Rodríguez Calderón. El miércoles, el dictamen será votado por el pleno, y ahí terminará todo. O se va, o se le perdona.
El Bronco, puede ser un pavo político sacrificado en navidad.
Talachazos
MELHEM TOMA EL CONTROL.-Este domingo en medio de un ambiente festivo, Edgardo Melhem, tomó las riendas del PRI de Tamaulipas, acompañado de Mayra Ojeda que ocupará la secretaria general. A su toma de posesión acudió el líder nacional Alejandro Morena, en donde Melhem se asumió como un forjador de grandes alianzas y llamó a todo los priistas a regresar porque aun caben los que se fueron.
En medio de una crisis profunda, Melhem toma la dirigencia, y aunque los números y los pronósticos no son buenos, en el ánimo del priismo tamaulipeco hay confianza y alegría por la llegada del riobravense, que por vez primera tiene el respaldo mayoritario de todos los priistas que están, incluso de los que se fueron, y eso es muy bueno para él. El deseo es que le vaya bien, porque lo va a necesitar.
