En los últimos cinco años en Nuevo Laredo, sólo se han denunciado formalmente 15 casos de acoso sexual, mientras que a nivel nacional las denuncias incrementaron 54.3
El acoso que viven las mujeres está en todos lados. Damaris Alvarado Téllez es uno de los muchos casos que no son denunciados formalmente ante una autoridad, perdió su trabajo luego de denunciar acoso de compañeros con un cargo superior, justo el 25 de noviembre, el Día Mundial de la No Violencia contra la Mujer.
“Apenas habíamos tenido una junta en la que nos dijeron que si alguien nos trataba mal lo denunciáramos. El supervisor se la pasaba gritando o diciendo cosas como caperucita azul, me hacía sentir incómoda. El coordinador también se la pasaba diciendo cosas como -que si quería ser su chica- o me decía cosas sexuales, todo eso lo denuncié y no hicieron nada a ellos, pero a mí sí me corrieron”, expresó Alvarado Téllez.
En los últimos cinco años en Nuevo Laredo, sólo se han denunciado formalmente 15 casos de acoso sexual, mientras que a nivel nacional las denuncias incrementaron 54.3 por ciento al pasar de mil 154 carpetas de investigación entre enero y junio del 2018 a mil 780 en el 2019, de acuerdo con el Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Damaris tenía 11 meses laborando en una maquiladora al poniente de la ciudad, contra la que no tiene problemas, pero sí con las actitudes del personal, principalmente de mayor rango que los operarios.
“Yo sólo quiero recuperar mi empleo, encontrar una fuente de ingresos, ¿cómo voy a mantener a mis hijos? Es injusto lo que hicieron y hacen con otras compañeras que por temor no denuncian nada”, señaló.
Damaris aseguró no ser la única mujer en la empresa que sufre de acoso laboral y hasta sexual, pero la mayoría se queda callada por temor a ser despedidas, hecho que la obligó de alguna manera a firmar una renuncia y tener que comenzar a buscar un nuevo empleo, justo en una de las temporadas más difíciles.
Fuente: El Mañana de Laredo
