LUIS APPERTI
El jueves y viernes de la semana pasada participamos en el 4º encuentro de la Red Nacional de Mesas de Seguridad y Justicia que coordina la fundación México SOS.
Fue muy estimulante compartir con más de 200 personas de todo el país, y escuchar de viva voz los retos, avances y logros que existen en temas de seguridad en las distintas regiones que tienen la fortuna de contar con una Mesa Ciudadana de Seguridad y Justicia.
Fuimos testigos de los importantes logros que presentó el coordinador ejecutivo de la Mesa de Seguridad y Justicia de Tampico, Madero, Altamira, y que fueron motivo de un gran reconocimiento por parte de todos los coordinadores de todas las otras mesas.
De igual manera, nos llenó de orgullo que la participación de las mesas de Tamaulipas estuviera entre las más nutridas de todas las que asistieron.
Escuchamos un mensaje muy emotivo que nos brindó quien inició todo este movimiento ciudadano, el Sr. Alejandro Martí, creador de la fundación México SOS, que ha sido quien ha promovido la formación y funcionameinto de las 35 mesas en 18 diferentes estados del país, que hoy impulsan esta muy importante participación ciudadana. Mensaje que incluyó aquella famosa frase de “Si no pueden, ¡renuncien!” que nos volvió a emocionar y a llenar de energía, para continuar trabajando y así conseguir la paz y la tranquilidad en todo nuestro país.
Se refrendó el compromiso de la corresponsabilidad que tenemos todos los ciudadanos en atender los temas de seguridad y justicia, temas en los que por años fuimos omisos, basados en que la responsabilidad de brindar seguridad es únicamente de las autoridades. Escuchamos también a ciudadanos con cargo público, compartiéndonos con orgullo y emoción los múltiples logros y avances en temas particulares en cada uno de sus estados.
Nuevamente corroboramos todo lo extraordinario que se puede lograr, cuando se conjuntan voluntades de personas que coinciden en temas de gran trascendencia, alejados totalmente de rasgos políticos o ideologías particulares, ponderando por encima de todo el bienestar común. Reforzamos nuestro compromiso de pasar de la confrontación a la colaboración, porque estamos convencidos que la confrontación destruye, la colaboración construye
Fuente: Milenio
