Las piedras en Morena
MARCELA GÓMEZ ZALCE
La idea central del modelo de estrategia militar del general chino Sun Tzu es utilizar la astucia para hacer que el enemigo deposite las armas y se rinda antes de haber comenzado a combatir. El indiscutible tsunami moreno que arrasó en 2018 hoy es un laberinto de intereses y mezquindades. Aquél movimiento exitoso y uniforme hoy es una masa deforme sin cohesión y con un controvertido liderazgo que anheló perpetuarse y se fracasó en la conciliación y la negociación para llevar a buen puerto el complejo ejercicio de tratar de ser el partido en el poder y no el poder con partido.
La tormenta tiene meses gestándose y entre los militantes de Morena se establecieron numerosos intercambios; sin embargo, en el camino se perdió la oportunidad de honrar la promesa presidencial de que no serían iguales a la oposición conservadora.
Hoy se hallan bajo un contexto de actuación que los condena a relacionarse irremediablemente bajo la batuta de Andrés Manuel López Obrador, quien erró en el análisis prospectivo de la metamorfosis causada por el poder absoluto. La crisis en Morena refleja el desorden y la pérdida de la brújula en la ruta de la transformación. Partido y gobierno que debieran acompañarse gozando la capacidad de determinar las prioridades y límites de la esfera pública central hoy tropiezan entre piedras restándose credibilidad. La mediatización de las pugnas internas inhabilitó a operadores eficaces en Palacio Nacional y adquirió un papel clave para el desarrollo del manotazo presidencial.
El hecho ha develado la existencia de tribus morenistas desconociendo a su líder moral. Sus alianzas o disputas se generarán entre actores específicos con la colisión de intereses y la creación de conflictos y tensiones rumbo a 2021. El carácter constante de la negociación en Morena que impacta ambas cámaras en medio de discusiones presupuestales está introduciendo dosis altas de volatilidad en el ánimo presidencial sometido a perpetuas mutaciones, contradicciones y yerros en un escenario que se distingue por su extraordinaria inestabilidad.
Fuente: Milenio