David Ed Castellanos Terán
@dect1608
Volteé a ver hacia Latinoamérica donde la situación está igual o quizás más grave que en México. A través de la modernidad en comunicaciones aproveché un momento para darme un paseo por los países hermanos del sur del nuevo continente. Me espanté, me aterré, todo es una locura; miré hacia Europa y medio Oriente, Irán, Rusia y el desvanecido Pacto Nuclear, me trajeron de vuelta a Occidente donde me encontré con el enérgico twittero de Donald Trump. Mejor volví a México.
Pero la sorpresa fue peor, casi apago el ordenador, ¡ehhh putos! Qué espantados salieron ahora; acribillan a otro legislador y ustedes ni la mitad de la misma energía usan para recriminar el asesinato; qué va, la Yeidckol Polevnsky, «la bolivariana mexicana», se convierte cada día en ese alimento causante de más y más contracciones al sistema digestivo… sí, es verdad, tengo náuseas.
Chile, el oasis pacífico de Latinoamérica, sigue convulsionado, pasó de ser una democracia consolidada asentada en una economía creciente, al estallido social que se ampara en la desigualdad de las familias andinas. La liberación del ex presidente de Brasil, Lula Da Silva, luego de poco menos de dos años en prisión, quizás sea lo más emotivo de un viaje cibernético, otro de tantos políticos que tienen su verdad, Luis Inacio, estuvo preso pero apenas salido lo primero que dijo fue reiterar su sueño y anheló de integrar “la gran Latinoamérica”, para pronto, se integró con el Grupo de Puebla.
Se trata del contrapoder de la derecha, El Grupo de Puebla, se conformó en 2018 precisamente en la entidad mexicana que lleva el mismo nombre, allí se reunieron por primera ocasión los líderes de la izquierda latinoamericana para crear y definir un espacio de reflexión y de intercambio político, esa es la misión. En la actualidad son unos 32 idealistas bolivarianos de 12 países, entre ellos los expresidentes José Mujica (Uruguay), Rafael Correa (Ecuador) Fernando Lugo (Paraguay) o Dilma Rousseff (Brasil).
Durante este fin de semana se realizó la reunión de este 2019, fue en Buenos Aires, claro, la liberación del brasileño la sazón de la reunión, con el presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, como el chef anfitrión. En la mesa unas platillo neoliberales que los del “frente progresista” quieren devorar sin dejar rastro alguno, acabándole hasta los huesos que dan forma a es régimen de gobiernos de derecha, presuntamente encargados de hacer cada día más gorda la franja entre ricos y pobres, a costillas del desarrollo de los pueblos latinoamericanos. La gran mesa quedó servida y lista saciar la gula bolivariana. México, Venezuela y Cuba, no tuvieron representantes.
El presidente de México, parece que no envió a nadie, él no acude, no es necesario, pero los tuits de este fin de semana de la señora Citlali Ibáñez, ponen a muchos a pensar, a temblar e incluso a idear que algo fuerte se está fraguando por debajo de la mesa del presidente mexicano.
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