Gerardo Peña se enojó
CRISTINA GÓMEZ
Diputados panistas y morenos mostraron el cobre. Ayer en el Congreso del Estado dieron un espectáculo de pobre nivel de debate legislativo.
Cuando el insulto aplasta la propuesta, y el apetito político brota incontenible, el ciudadano común se siente aún más vulnerable e indefenso.
El tema de la violencia en Nuevo Laredo se ha convertido en instrumento de golpeteo político, lejos de llevar a los actores a buscar soluciones en conjunto.
Este jueves los legisladores de Acción Nacional terminaron tomando la tribuna parlamentaria después de una discusión en la que se encendieron los ánimos. Luego de una semana donde el discurso ha sido el reproche a la Federación por la falta de apoyo para enfrentar el “narcoterrorismo”, las pasiones se desbordaron en el recinto legislativo.
Al “pastor” de los diputados locales, Gerardo Peña Flores se le olvida que hay formas que deben cuidarse, y si de algo había hartazgo antes de los vientos de cambio era de cómo se manejó el PRI en sus tiempos de gloria. No caigan en lo mismo.
No se contuvo y mostró su enojo. Dijo algo muy cierto (en la política como en la vida) “para tener la lengua larga, hay que tener la cola corta”, lo que enfureció a los morenos, que a su vez ven a los azules sin autoridad moral. Lo nunca visto: los 10 diputados afines a la 4T cerraron filas ante el embate del partido mayoritario y abandonaron el recinto.
Esa unidad no había ocurrido y daba la impresión que algunos habían sucumbido a la seducción del poder. En el desencuentro de ayer, Morena pidió respeto, pero también debe respetar. No es con calificativos como “fantoches”, la manera para exigir construir un debate de altura.
Edna Rivera, coordinadora de esa bancada en donde solo hay una diputada que fue capaz de ganar en las urnas, afirmó que los panistas han pretendido hacerse grandes a base de humillaciones. Desde copiones, hasta huevones, entre otras linduras, se dijeron los legisladores de uno y otro bandos.
La sesión terminó una vez que los panistas desplegaron su mayoría colocándose en la tribuna, en una demostración física de su fuerza política. Pero cuidado, queda claro que el presidente de la Junta de Coordinación Política no puede contener su enojo y eso es muy delicado.
Fuente: Milenio