EL PODER EFÍMERO
ALEJANDRO DE ANDA
“Que ningún ciudadano se perpetúe en el poder y ésta será la última revolución” Porfirio Díaz Mori. Presidente de México de 1884 a 1911.
LO CLARO. En la mejor de sus épocas hoy evoluciona a pasos agigantados la equidad. Es asunto que se promueve más allá de una garantía del derecho humano.
Es factor del desarrollo de cada comunidad, el privilegiar la inclusión que permita la real competitividad.
La Universidad Autónoma de Tamaulipas le promueve a través del intercambio de ideas y de generar los espacios que contribuyen a fortalecer los ejes igualitarios.
“Taller de políticas educativas orientadas al desarrollo profesional de las mujeres” y “Promover la igualdad en la diferencia” fueron algunos de los diálogos que permitieron a la sociedad conocer el trabajo que lleva a cabo esta institución en el Foro recientemente llevado a cabo.
LO OSCURO. “Palo y pan” así sentenciaba la lapidaria frase de Don Porfirio Díaz, presidente de México en las postrimerías del siglo XIX y que enunciaba la manera de ejercer el poder a cabalidad sobre sus gobernados. Poder obtenido por el control de las armas y sometimiento de la época.
Dos casos que se encuentran en el caldero, nos demuestran que la frase de don Porfirio, no va más.
El absolutismo gubernamental que hasta muy poco tiempo atrás se evidenciaba en el timón de los gobiernos de casi todos los países, sucumbe ante el embate social que ya contrarresta el otrora control férreo del primer mandatario con juicios políticos o el derrocamiento inclusive.
“Convoco a nuestro pueblo a cuidar pacíficamente la democracia para preservar la paz y la vida como bienes supremos por encima de cualquier interés político”.
Así tímidamente defendía los resquicios de su poder, Juan Evo Morales Ayma. Presidente de Bolivia desde 2006 y quien hoy acusa a sus opositores de maquinar un golpe de estado.
Lo que obligó a su ‘proceso democrático’ por la perpetuación en el poder, se convocaran nuevas elecciones tras el informe de irregularidades dictaminado por la OEA.
232 votos a favor y 196 en contra del juicio político en contra del presidente Donald Trump.
A este cometido, el presidente refiere que “es la cacería de brujas más importante en los EE.UU”.
El juicio se llevaría a cabo en el Senado de la República, a pesar de ser esa cámara donde existen mayoría de representantes del origen del mismo mandatario. Es decir del partido republicano.
Las razones probadas y que casi tienen con un pie fuera de la Casa Blanca –ya no hablemos de la reelección- se basan en la intervención norteamericana en Ucrania.
El apoyo militar a este país donde resalta la figura del exalcalde neoyorkino Rudolph Giuliani en negociaciones que beneficiaron económicamente a éste y al presidente Trump de manera personal y las afectaciones a la figura del ex vicepresidente Joseph Biden debido a la mediación del hijo de este (Hunter Biden) en una empresa ucraniana.
Los demócratas lograron ese ‘impeachment’ (juicio político, revocación de mandato) bajo el argumento del delito grave que se le persigue al republicano Trump de obtener información privilegiada del gobierno de Ucrania con fines políticos contra sus adversarios.
Este par de perlas, ponen en evidencia la claridad social que demanda menos poder en sus gobernantes y mayor transparencia en su ejercicio.
Más allá del ‘ya no me pertenezco…’, queda manifiesto que seguirá acotándose el ejercicio del poder para terminar en un simple cargo administrativo.
Al tiempo… por lo pronto, ya los sueldos dejaron de ser un atractivo.
COLOFÓN: Los últimos cinco mandatarios de Perú, enfrentan problemas con la justicia, incluido el auto inmolado Alan García. ¡Y todavía quieren ser presidentes!
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