El justo enojo de Sicilia
Carlos Puig
Como si no tuviéramos suficientes discusiones. Como si el país no tuviera suficientes pendientes por resolver, ahora el presidente López Obrador se ha metido en lo que, creo, es una bronca innecesaria con Javier Sicilia.
Como diría el clásico: ¿Qué necesidad? Javier ha vuelto a la escena pública después de la tragedia de La Mora. Lo ha hecho como Javier acostumbra a hacerlo después de que llegara su propia tragedia.
La respuesta del Presidente ha sido, por decirlo de alguna manera, dura. Seca. Ha querido el Presidente poner a Sicilia al lado de sus adversarios de siempre: los conservadores, los neoliberales, la prensa fifí.
Es mejor una etiqueta que una discusión. La respuesta presidencial frente a las críticas de muchos a la estrategia de seguridad, y ahora del líder del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, es clara en decir que no a la estrategia del pasado, cosa con la que creo que nadie puede estar en desacuerdo, pero corta para explicar de qué se trata la nueva estrategia más allá de algunos dichos que hoy ya son famosos: que si los abrazos, que si el fuchi. En una entrevista con Luis Pablo Beauregard de El País, Sicilia hizo un bosquejo de a lo que cree debe parecerse la estrategia. “Necesitamos una política de Estado y justicia transicional.
En primer lugar, aceptar que estamos en un estado de emergencia nacional, que hay una profunda tragedia humanitaria y que no podemos solos. Es llamar a la comunidad internacional, yo hablaría de la ONU con los cascos azules, y arropar una comisión de la verdad dividida en todos los estados y empezar a traer ante ella a aquellos que sabemos colaboraron por omisión o comisión en el desastre que estamos viviendo”.
Justicia transicional fue la promesa de transición de este gobierno. Y eso ha quedado olvidado. Mientras estamos en esas discusiones, la realidad sigue insistiendo que algo está mal, muy mal. Basta con preguntar a los habitantes de Nuevo Laredo este fin de semana. Pues sí, porque las guerras no se detienen nada más porque un lado dice que no quiere pelear. Insisto.
@puigcarlos