Columnas

El gran maestro del bullying

CARLOS DOMÍNGUEZ

El principio escolar de “calificación” como medida de control y base del sistema de la competencia, es el precursor de la exhibición pública de las diferencias, en el que se exponen las debilidades y se fomenta la desigualdad social

Sumado a la enseñanza del hogar carente de valores como la compasión, la misericordia y el respeto a la vida, potencia la natural inclinación depredatoria humana que en su contexto más sencillo y no por esto menos peligroso hemos dado en llamar “bullying”, que por su traducción su más cercano significado sería acoso o intimidación, términos que de alguna manera refieren un tipo de agresión física o psicológica adicionada al ingrediente del miedo, la cual no solo incluye el efecto momentáneo de sometimiento sino que también puede contar con graves efectos castrantes los cuales se pueden manifestar incluso en la etapa adulta y continuar sin solución hasta el fin de la vida.

¿Pero por qué entonces la escuela está tan preocupada por este fenómeno sin considerarse a sí misma el primer promotor?

Sin ser extremista y conspiratorio, considero que la escuela y su sistema son consecuencia de la evolución de una especie y su afán por sobrevivir. La misma se ha transformado, hasta convertirse en un gran semillero de elementos y cuadros que van conformando en etapas, por tiempos, en segmentos y esferas que van desde las más altas hasta los más bajos estratos, una sociedad por lo más corrompida, notoriamente decadente, pero que continúa nutriéndose de este medio que sigue siendo su única opción de entrenar a sus miembros para preservar su estructura piramidal, siendo también el mecanismo de sostenimiento de fórmulas que desde lo social-filosófico hasta lo legal-administrativo, siguen soportando oscuros pisos financieros que benefician a un segmento mucho más pequeño.

Por otro lado, no olvidemos que la educación sigue siendo un negocio altamente lucrativo ya que aún en sus diferentes niveles se encarga de entrenar, capacitar, instruir e incluso instalar, en mayor o menor cuantía a los prestadores de servicios, gobernantes, usuarios, clientes, ladrones, policías, parias, religiosos y todos los puestos habidos y por haber en los diferentes roles sociales, algunos desde sus aulas y otros desde la ausencia de las mismas, ya que juzga, mide, califica, condena, limita y somete toda la diversidad posible en sus sujetos de trabajo, para al final incluirlos o segregarlos de manera «natural» dentro de un universo en el cual finalmente todos somos esclavos.

Hablemos de un ejemplo.

Fuente: El sol de Tampico

Un festival artístico de una primaria imaginaria

Hablamos de una población total de aproximadamente 480 niños (esta es una escuela privada imaginaria que se podría considerar mediana).

Un dato interesante, en esta escuela los padres e invitados deben pagar su boleto de entrada, algunos llenando importantes teatros de la localidad. Pero de este negocio hablaré en otra entrega.

Aquí cabe mencionar que los actores de dicho espectáculo están pagando por su adiestramiento (alumnos) y no cobrarán un salario como artistas ni promotores ya que también se encargarán con su sola presencia de asegurar la venta del boletaje.

¿Cuál es el beneficio de dicho espectáculo?

La escuela dirá que la formación artística, el fomento de la desinhibición, el arte de aparecer en público, trabajo en equipo y otras cosas más que alejarán nuestra mente del jugoso negocio del espectáculo.

Pero de casi 500 niños, ¿cuántos tienen cualidades artísticas o pánico escénico? ¿cuántos se sentirán seguros para exhibirse ante más de 1000 personas y más cuando ya le han dicho, gordo, flaco, chaparro, menso, cuatro ojos, marrano o pobre? ¿Cuántos simplemente no estarán de humor para trabajar en escena?

Dígame algo, de su generación ¿cuántos bailaban y cantaban bien?

Esto propiciará que los que no tienen habilidades sientan los primeros golpes de vergüenza, ridículo, una obligatoriedad que posiblemente los alejará del arte, además que aprenderán a vivir el efecto de la ansiedad previa a la exposición pública y por último, ser el blanco de burlas que son parte importante del fenómeno que hoy tratamos de explicar.

Algunos quedarán impresionados y con marcas que en el futuro les afectarán de diferentes formas, por ejemplo:

  • Muchos de nosotros no somos capaces de cantar un renglón en un micrófono.
  • Debilidad en la toma de decisiones.
  • Baja autoestima.
  • Miedo a hablar en público (pánico escénico)

Como último punto diré que también propicia la competencia entre instituciones similares por presentar el mejor festival, utilizándolo como carnada para atraer clientes, trabajo publicitario por el cual «nuestros actores» tampoco son remunerados y también «pagan» por desarrollar.

Ejemplos como el anterior se dan en todas las asignaturas, siendo muy marcadas las diferencias en algunas como arte, deportes, matemáticas y algunos idiomas.

Dado esto, considero en verdad ridículos todos los supuestos esfuerzos por erradicar el bulliyng que de manera infructuosa realizan algunas instituciones sociales y de gobierno.

Prácticamente entrenamos a nuestros niños para practicarlo, padecerlo o ambas en diferentes oportunidades.

Creo que es urgente poner cartas en el asunto, el sistema educativo está obsoleto. Requerimos un cambio evolutivo.

Así que la siguiente vez que ante un caso de bullying usted se pregunte ¿quién empezó? podría responderse: ¡TODOS!

Escríbeme: e-mail: hey@gryita.com

Creo que es urgente poner cartas en el asunto, el sistema educativo está obsoleto. Requerimos un cambio evolutivo

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