A Yahleel Abdala finalmente le llegó su hora. Por más que intentó alargar su periodo al frente del PRI, ayer dejó formalmente la dirigencia estatal para que la asuma de manera provisional el delegado del CEN, Ricardo López Pescador.
Apenas hace dos semanas, el duranguense -recién desempacado en Tamaulipas- había dicho que la también diputada local permanecería como encargada del changarro, pero algo sucedió que finalmente desde la Ciudad de México, Alejandro Moreno Cárdenas, designó formalmente a su enviado.
La gestión de Yahleel pasará a la historia como la de sus últimos antecesores: con más anécdotas que logros, ni hablar de victorias electorales.
En todo caso a la originaria de Nuevo Laredo se le recordará por su estilo atrabancado de conducirse que, misteriosamente, todavía no muestra en el Congreso donde parece todo, menos opositora.
Desde luego que la tarea fundamental que tiene que atender López Pescador como presidente emergente del PRI estatal es la organización de la elección interna, que en los últimos días ha entrado en una especie de impasse, provocado por la negociación entre los dos bandos más poderosos.
Lo que busca el CEN, ya que no pudieron cumplir con la promesa que había hecho Alito de abrir el voto a la militancia, es que la elección se dé en los mejores términos posibles, y de ser posible, llegar a la Asamblea de Consejo, el 15 de diciembre, con un solo candidato que sea respaldado por la mayoría.
El calendario marcado en la convocatoria dicta que el próximo lunes deberán registrarse las fórmulas que pretendan competir, y el jueves se deberá entregar la constancia de registro y un día después podrán iniciar una semana de proselitismo que culminará el 14 de diciembre.
Al otro día, se realizará la Asamblea, donde los consejeros votarán por su nuevo dirigente, que seguramente será Edgar Melhem o Tomás Gloria, quienes siguen siendo los dos oponentes con más posibilidades. Aunque claro, como hay muchos intereses de por medio, todavía muchas cosas pueden pasar
Fuente: Expreso.press
