Emocionado por respaldar un cambio de fondo en Tamaulipas, el patriarca de la familia Cabal Ruiz apostó en grande a favor de los vientos democráticos que, oriundos de Reynosa, recorrieron todo el estado en la elección de 2016.
La apuesta fue fructífera en todos los sentidos para Adolfo Cabal Cuervo, esposo de Marcela Ruiz Villegas, ex síndica en la segunda administración de Fernando Azcárraga López: sus hijos, Adolfo y Marcela Cabal Ruiz fueron invitados a participar en el gobierno del cambio.
Adolfo Cabal Ruiz fue designado gerente general de la estratégica Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado, una dependencia que en el viejo sistema político estatal priista funcionó como ‘caja chica’ y ‘nómina alterna’ en la que cobraban sus quincenas múltiples ‘operadores electorales’. La orden desde el inicio fue tajante: acabar con eso y, sobre todo, rescatar las maltrechas finanzas del organismos descentralizado.
Marcela Cabal Ruiz, por su parte, fue nombrada subsecretaria de Desarrollo y Promoción Turística. ‘Niña bien’, ‘fifí’, ‘mega-fresa’, reunía, en apariencia, el perfil idóneo para el área. Lo suyo era la relación pública… que no es lo mismo que la política.
Desde que se incorporaron a la nueva clase política que tomaba las riendas el estado, los hermanos Adolfo y Marcela Cabal Ruiz fueron considerados como ‘cartas’ para tejer proyectos en el futuro jaibo.
De hecho, la subsecretaria de Turismo estuvo a punto de ser la candidata de Acción Nacional a la diputación federal por el Octavo Distrito, pero no lo fue por un error que lamentará toda su vida: ¡¡¡No tenía credencial de elector!!!
Esa fue la razón, a pesar de que se movieron todas las fuerzas del aparato político para sacarle la credencial de elector, por la que Marcela Cabal Ruiz no apareció en las boletas electorales del proceso 2018.
¿Recuerdan que Olga Sosa Ruiz, prima de Marcela, no quería ser candidata de mayoría relativa de la coalición ‘Juntos Hacemos Historia’ (integrada por Morena, PT y PES) a la diputación federal con cabecera en Tampico, sino que su deseo solo era ser candidata por la lista plurinominal de Encuentro Social?
Pues… Olguita, ‘la facebookera’, no quería competir con su querida y estimada prima. El plan era llegar juntas a la Cámara de Diputados, cada quien por su lado, cada una por su camino, una por la izquierda, la otra por la derecha. Bienestar político para la familia.
El problema fue que Marcela Cabal Ruiz, por vivir durante varios años en España y en Estados Unidos, junto con su hermano, no tenía credencial de elector en tierras huastecas. Ese detalle le costó, junto con un desliz, que perdiera la confianza de los más altos mandos del Nuevo Santander.
De la subsecretaría de Turismo pasó a un cargo menor en el área de Bienestar Social del Ayuntamiento de Tampico y, justo cuando su nombre volvía a sonar para ser candidata a la diputación local por el Distrito 22, fue borrada de la lista de aspirantes. Si bien fue designada titular del Instituto de la Mujer en tierras jaibas, se fue sin decir adiós a mediados del pasado mes de agosto. Por supuesto, para darse un tiempo, regresó a España, tierra de sus amores.
En forma paralela, Adolfo Cabal Ruiz agotó su crédito político. Si bien la Comapa de la Zona Conurbada fue rescatada, la operación financiera no pasó por sus manos. Desde los tiempos de Raúl Monge en la gerencia administrativa, el joven Cabal deambulaba perdido por la dependencia ubicada en la colonia Chairel.
Al carecer de liderazgo, Adolfo Cabal Ruiz nunca tuvo voz ni mando. Era, todos lo sabían, un funcionario que no funcionaba. No obstante, su padre, en su momento, gozó de la confianza del más alto nivel, pero… todo llega a su fin, sobre todo si un gerente general de una dependencia estratégica tiene un ‘reguero’ de obras ‘a medias’ en las calles de Tampico y Ciudad Madero. La situación, era obvio, reventó.
Ayer, con la serie de cambios registrados en el gabinete del gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, se confirmó lo que ya se rumoraba desde hace algunas semanas (consultar EL KIOSKO del pasado 2 de octubre): Adolfo Cabal Ruiz presentó su renuncia.
En su lugar fue designado el ingeniero industrial y de sistemas Jorge Fernando Rivera Shotte. Empresario y constructor, egresado del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), el nuevo gerente general de la Comapa Conurbada tiene mucho trabajo por delante. Reducir al mínimo las quejas ciudadanas deberá ser objetivo prioritario en su agenda.
Tras su ‘dimisión’ y su salida por la puerta de atrás de la Comapa, Adolfo Cabal Ruiz tomará hoy un avión que lo conduzca a España. Allá, en Oviedo, capital del Principado de Asturias, tendrá tiempo de sobra -la época navideña se presta- para reflexionar sobre si algún día decide participar otra vez en la escena política o si se dedica de lleno a los negocios.
ZURITA, SUBSECRETARIO DE GOBIERNO
Hablando de ex gerentes generales de la Comapa, el tampiqueño Humberto Zurita Eraña fue designado ayer subsecretario de Gobierno.
Con amplia experiencia en el servicio público, Zurita llega a reforzar la Secretaría General de Gobierno en tiempos en que se necesitará tacto y sensibilidad política para establecer acuerdos en distintos frentes. Vaya, en Ciudad Victoria no quieren sorpresas de ningún tipo en 2021.
En su larga trayectoria por el servicio público, Humberto Zurita ha hecho múltiples amistades de primer nivel: Martha Sahagún, Elba Esther Gordillo, Marcelo Ebrard, Gabriel Quadri, Carlos Salomón Cámara (su compadre y amigo del alma), entre otras personalidades.
Y PARA CERRAR…
Raúl Ruiz Villegas, tío de Marcela y Adolfo Cabal Ruiz, dejó la Secretaría de Pesca para ocupar la representación del gobernador del estado en la zona sur.
También llamó mucho la atención el enroque del secretario de Administración, Miguel Angel Villarreal Ongay, que ahora será el secretario de Trabajo, en sustitución de una tal Chavira, conocida por ser hermana de un vendedor de ilusiones y nada más.
Rómulo Garza se quedó en la Secretaría de Bienestar Social, pero ya con el nombramiento oficial.
Fuente: Expreso.press
