Telegrama
Óscar Díaz Salazar
Maki Ortiz es la presidenta municipal que no quiere a los pobres, a los carretoneros, eloteros ni taqueros. Pero no desprecia el dinero que de a poco sale de la bolsa de los comerciantes ambulantes, se transforma en billetes verdes en las casas de cambio y llega finalmente a sus manos (o las de su esposo).
La diputada federal panista y plurinominal Nohemí Alemán, se solidariza con la presidente municipal, Maki Ortiz, y su propuesta de cobrar impuestos a eloteros y taqueros. Alemán no experimenta conflictos de lealtades: está con quien le pase chamba para su constructora.
En esta semana están despidiendo a decenas de empleados de la COMAPA Reynosa. El Chuma Moreno, gerente de la empresa paramunicipal, es el verdugo de los panistas, pues militantes del PAN son los “corridos”.
Sale Víctor “Mandados Cortos” Sáenz de la Oficina del Gobernador. Los rumores señalan al “yunquista” Jorge Manzanera como posible relevo.
Los apaga fuegos que controlaron (de momento) el incendio en la prensa nacional, y que salvaron al gobierno de Tamaulipas de una “quemada” de proporciones dantescas, con el asunto de Nuevo Laredo, fueron Cuitláhuac Bardan y un especialista de apellido “Brito”. Cincuenta millones de argumentos salieron de Tamaulipas, para ser repartidos en CDMX.
Ya se está haciendo costumbre que la COMAPA de Reynosa avise que no habrá agua en sectores extensos de la ciudad, por la ruptura de sus tuberías principales y de gran diámetro. Los que saben del tema, afirman que sale carísima la pestañeada que se avientan los operadores nocturnos de las bombas. Dormidos y/o incompetentes son los operadores del bombeo… y el gerente.
Pena ajena me provoca leer la nota periodística que señala que en el Congreso de Tamaulipas existen suficientes aspirantes para presidir las comisiones, con excepción de la Comisión de Cultura. El Regio Peña tendrá que aplicarse para encontrar un diputado al que le interese el tema.
Dándole una revisada a los contratos de obra pública del gobierno de Tamaulipas, encontramos muchas cosas raras, como la asignación de
contratos, por decenas de millones, a empresas comercializadoras, que son los “milusos” a nivel empresa o cómo el caso de RT Hogares de Tomás Robinson, a la que asignaron un contrato de 340 millones, siendo una empresa de capital contable minúsculo.