“Ríndanse, ya los tenemos cercados”
DIEGO FERNÁNDEZ DE CEVALLOS
Honor y gloria para nuestras Fuerzas Armadas!; para su comandante supremo, no. Mientras la economía cae peligrosamente y gente horrorizada tiene que pasar sobre cadáveres y ríos de sangre, él sigue diciendo: “el pueblo está feliz, feliz, feliz, vamos requetebién, aunque nos critiquen los conservadores”.
Desafiante, de poco juicio, dicharachero, moralista y pendenciero dice y se desdice, absuelve a su grey y persigue infieles, implora a mamacitas de asesinos y afirma que nadie está por encima de la ley, pero arrodillado libera un capo para salvar vidas inocentes. No hay responsables. Los civiles y agentes asesinados, los heridos y sus familias no cuentan. ¿Humillación ante el mundo?, “ninguna”.
Cuando los narcos se llevan armas y unidades blindadas de la Guardia Nacional, millones de jóvenes saben dónde está su futuro. ¡Esa es la mayor tragedia de este fracaso! Insisto: ¿no hay psiquiatras en México? ¿Sus colaboradores son conscientes de su responsabilidad histórica? Logró legitimidad de origen con 30 millones de votos, pero perdió la legitimidad en el ejercicio de gobierno por sus constantes transgresiones a la Constitución y las leyes, y por sus diarias mentiras desde Palacio y por donde va, con injurias contra instituciones que no se pliegan a sus arbitrariedades, y disidentes que no nos humillamos ante su soberbia y poderío.
La rebeldía tiene un costo, pero vale la pena pagarlo, porque sin dignidad no hay vida verdaderamente humana, y sin auténticos ciudadanos no hay Patria. ¿Primero los pobres?, ¿combate a la corrupción?, ¿nadie por encima de la ley? ¡Son meros graznidos! Sí:
1) Dilapidar recursos públicos, cerrar guarderías de pobres, abandonar a mujeres maltratadas, aumentar dolor y muerte en hospitales de gobierno, entregar la educación pública a un grupo violento, y muchas fechorías más, NO ES PRIORIZAR A LOS POBRES.
2) El altísimo porcentaje de obras y servicios sin las licitaciones de ley, simular consultas públicas para justificar costosos caprichos, usar la fuerza del Estado para perseguir adversarios —inocentes o culpables— con procedimientos obscenos, y proteger a secuaces no es combatir la corrupción sino MONOPOLIZARLA EN SU PERSONA.
3) Crear una clientela de 15 o 20 millones de menesterosos a base de dádivas presidenciales, someter a contribuyentes con una ley que sin previo juicio los encarcele y despoje, apresar opositores para evitar el debate sobre la economía y la violencia le mantendrán un tiempo su “popularidad”, pero será catastrófico para él y el país.
Hace días dijo: “ríndanse, los tenemos cercados”. No se refería a los asesinos sino a quienes detestamos su proceder. No se equivoque, Presidente, aunque su encargada de MORENA nos negó el “derecho de opinar”, existimos mexicanos que usted podrá atropellar, pero rendirnos jamás.