Opinión con sentido

Pisotear nuestra tierra (qué vergüenza)

CARLOS PUIG

Alguien debería pronto cooperarse para comprar muchos ejemplares del libro Border Wars y lo distribuya entre los más importantes funcionarios de la cancillería y la Secretaría de Gobernación, incluido el señor Javier López Casarín, asesor de asesores de todo este enredo. El libro describe a detalle cómo se construyó la narrativa anti-migración que se convirtió en la principal de la campaña con que Donald Trump ganó la Presidencia de Estados Unidos y cómo ha seguido funcionando desde la Casa Blanca; describe con precisión quién manda: Stephen Miller, el asesor de Donald Trump, y cómo los demás son accesorios de una misión clara construida por Miller y sus asociados hace mucho tiempo. Hasta hoy, y con razón, las notas alrededor del libro en México y las reacciones de la cancillería se han centrado en algo que se había publicado y ahora se confirma: la importancia, la preponderancia diría yo, del señor López Casarín —sin puesto, sin nombramiento, sin obligaciones de funcionario— en las negociaciones con Estados Unidos. Por cierto, para como van las cosas, ¿no debería el canciller de cambiar de representante? Pero creo que los funcionarios mexicanos deberían de leer el libro completito, también para el futuro.

El más reciente cambio en el liderazgo del Departamento de Seguridad Interna, el cuarto en apenas un par de años, señala con claridad que las cosas no solo siguen igual, sino que se van a poner peor. Como vimos en estos días, la contención en la frontera sur, sin recursos, sin plan, comienza a desgastar a migrantes hacinados y sin futuro. Ahora quisieron recurrir al método de caravana, y fueron detenidos por el Ejército con todo y la vergonzosa frase de que no permitirían a nadie “pisotear nuestra tierra”. En ciudades de la frontera norte las cosas no van mejor, en Matamoros migrantes desesperados bloquearon el puente hace cinco días. Las cosas se pondrán peor. Y para entender cómo enfrentarlas no estaría mal entender de dónde vienen. Tal vez así, el gobierno podría tener una estrategia que no produzca el video que nos convierte pues… en eso… en quienes frente a refugiados pobres, perseguidos, vulnerables invita a gritar: “nadie va a venir a pisotear nuestro país, nuestra tierra”. Eso sí, no hay aranceles.

@puigcarlos

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