Opinión con sentido

Pemex, Peña, el albañal y lo que falta

Hace unos meses, cuando se indició y después encarceló a Rosario Robles, un par de funcionarios y ex funcionarios de buen nivel me dijeron: “Lo de la estafa maestra es una bicoca, Carlos, Pemex, Pemex; ahí no dejaron ir una”. Sabíamos de Odebrecht, sabíamos del huachicol protegido, pero los reportajes de The Wall Street Journal, Univision y ayer el equipo de Carlos Loret —Miguel Castillo y Arelí Quintero—; le dan una nueva dimensión al tamaño de la corrupción en Pemex.

La información de los últimos días es que la empresa Oro Negro ha decidido como parte de una demanda en Estados Unidos contra Pemex por corrupción dar a conocer los audios de una conversación entre agentes contratados por Oro Negro haciéndose pasar por inversionistas extranjeros y varios funcionarios de Pemex cercanísimos a Emilio Lozoya, entonces director de la empresa, donde detallan, con una franqueza inaudita, la manera en que se hacían las corruptelas, los robos al descampado. Empresas “fantasma”, de parientes o prestanombres, en el extranjero y en México para recibir y dispersar el dinero.

Oro Negro, por cierto, está investigada y acusada en México igual que sus principales accionistas y directivos —que incluyó a un ex director de Pemex, por prácticas similares. Mal haríamos desde estos espacios en dilucidar culpables o inocentes, para eso está la justicia y creo que por esos lugares no hay santos; pero esas disputas, esas broncas, permiten a veces asomarnos a la cañería, al albañal. En las grabaciones, sin pudor, uno de los principales funcionarios grabados, José Carlos Pacheco Ledesma, que además presume que está en Pemex por ser amigo del secretario particular de Peña, dice que fueron miles de millones de pesos, lo que un funcionario de la administración de Pemex en el sexenio de Calderón, Carlos Morales, recolectó para la campaña de Peña Nieto, lo que le permitió mantener el puesto un año y medio. Mal haríamos en pensar que el caso de Oro Negro es único. Ahí viene Oceanografía —también aplastada en tiempos de Lozoya— con una denuncia similar.  Dijo The Wall Street Journal que las autoridades estadunidenses ya investigan. Esto está empezando. 

@puigcarlos

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