Muere paciente por negligencia en IMSS NLD
Confirman que el desceso se debió a una inadecuada atención y omisiones en el interrogatorio de los médicos
La Comisión Nacional de Derechos Humanos dictaminó, en base a sus investigaciones, que existen “evidencias que acreditan violaciones a los derechos humanos a la protección de la salud, a la vida y a la inadecuada integración del expediente clínico” en el caso de la muerte de un joven en el IMSS de Nuevo Laredo.
Fue el 21 de septiembre del 2018, cuando la madre de la víctima presentó su queja ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Tamaulipas, que a su vez la turnó a la Comisión Nacional, indicando que el 3 de octubre del 2017 acudió con su hijo, de 26 años, a la Unidad de Medicina Familiar 76, pues presentaba dolores en columna, espalda y pies, derivada de una caída a baja altura en su centro de trabajo.
Según revela el informe de la CNDH, “un médico le aplicó dos inyecciones sin informar qué medicamento suministró y a las 3:00 horas del día siguiente, en su domicilio, lo encontró en el piso de su habitación, gritando por los dolores y no podía caminar. Lo trasladó en ambulancia al Hospital del IMSS, donde ingresó una hora después al área de urgencias, sin que personal médico o de enfermería lo revisara o tomara sus datos”.
La madre del joven explicó -según la CNDH- que le pusieron suero y oxígeno, posteriormente el paciente comentó que no sentía las manos, “por lo que ella solicitó ayuda a dos doctores que no atendieron su llamado, aunque más tarde le revisaron el ‘nivel de azúcar’ y le informaron que le harían unas radiografías y necesitarían un médico que las leyera, ya que ‘la máquina’ estaba descompuesta”, agrega.
El joven paciente habló con su padre alrededor de 25 minutos, mientras su madre esperaba afuera de la habitación donde estaba internado.
“Cuando el padre salió del cuarto se dieron cuenta que un médico presionaba el pecho del enfermo y le daban primeros auxilios y a las 7:00 horas fueron informados que su hijo perdió la vida por un infarto”, puntualiza el comunicado.
Cuando el personal de la funeraria entregó el cuerpo a los familiares se veía “muy inflado y arrojando líquido y sangre por oídos y nariz”, por lo que presentaron un denuncia formal ante el Agente del Ministerio Público y personal de la Procuraduría Estatal que acudió a la funeraria para analizar el cuerpo.
De esta manera la CNDH “determinó que su fallecimiento fue consecuencia de una inadecuada atención médica, debido a omisiones en el interrogatorio, valoración, diagnóstico, monitoreo de signos vitales, incluida la presión arterial al haberle suministrado un medicamento que disminuye la presión arterial de manera súbita en lugar de uno que lo hiciera de manera paulatina.
“El joven falleció debido a que presentaba potasio bajo en la sangre y no se suministró su reposición, lo que provocó el infarto.”, concluye el informe.
Ante esto, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) dirigió las Recomendaciones 64/2019 al Director General del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo Aburto, por el fallecimiento de este paciente “por inadecuada atención médica en hospitales de esa institución” en Nuevo Laredo.
Fuente: El Mañana de Laredo