CD DE MEXICO.Para los directivos del Cruz Azul la derrota de su equipo ha significado un buen negocio en los últimos 16 años. A espaldas de los poco 764 socios de la Cooperativa y pese a que en las últimas décadas La Máquina es uno de los conjuntos que acumula más derrotas en finales de la liga, sus dirigentes
—que hace unas semanas recuperaron el poder— maximizaron sus ganancias.
Las autoridades rastrean sus operaciones ante la posibilidad de que sus directivos hayan incurrido en lavado de dinero, revelaron a ejecentral funcionarios que conocen los detalles de las pesquisas.
Documentos oficiales obtenidos por este periódico revelan que Guillermo Billy Álvarez Cuevas, director general de la Cooperativa; su hermano Alfredo Álvarez Cuevas, exdirector comercial, y Víctor Garcés, exdirector jurídico, el 30 de noviembre de 1992 constituyeron en Islas Caimán —un país considerado como paraíso fiscal— una reaseguradora que llamaron Blue Eagle Re. A través de esta empresa aseguraron los activos más importantes de la cementera: el Club Deportivo Social y Cultural Cruz Azul.
En esta trama se incluirían otras operaciones presuntamente fraudulentas, una de ellas la posible evasión de impuestos en México y una más, que fue denunciada en 2010 ante la entonces Procuraduría General de la República, ahora Fiscalía General de la República (FGR). En el expediente PGR/SIEDO/UEIORPIFAM/AP/167/ 2010, se asegura que con la contratación de seguro y reaseguro para la Cooperativa La Cruz se facturaba a sobreprecio, lo que representaría mayores ganancias para los hermanos Álvarez Cuevas y sus socios. Este expediente no fue consignado ante un juez, porque se determinó, sin explicación, el no ejercicio de la acción penal.
En el caso del SAT y el pago de impuestos, la institución se negó a revelar a este periódico si sancionó de alguna forma a los empresarios, escudándose en el secreto fiscal. Sin embargo, de acuerdo la lista de condonados que dio a conocer este martes 1 de octubre, la Cooperativa y el club se beneficiaron con no pagar en cinco años de más de 342 millones en de pesos.
Hace una semana, el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Santiago Nieto, dio a conocer, sin precisar nombres, que la evaluación de riesgos arroja posibles operaciones de lavado de dinero entre promotores y clubes de futbol, por lo que ya se revisan.
Este periódico solicitó una entrevista con Guillermo Álvarez Cuevas para conocer su posición, pero hasta el cierre de esta edición su área de prensa no dio respuesta a la petición.
¿Impuestos pagados?
Aunque en 22 años la escuadra celeste sólo logró un título de liga, el de Invierno de 1997, la desgracia deportiva no generó pérdidas para los dirigentes. En términos monetarios, si Cruz Azul era campeón, la reaseguradora Blue Eagle Re debía pagar un millón de dólares al equipo. Pero si no alzaba la copa, la póliza de 40 millones de dólares que pagaba la Cooperativa al año, quedaba en la propia compañía creada por los hermanos Álvarez y Víctor Garcés en las islas caribeñas.
El dato. Como directivos de Blue Eagle Re aparecen Alfredo Álvarez Cuevas; Guillermo Álvarez Cuevas y Carlos Javier Terroba Wolff.
Los documentos muestran que la reaseguradora Blue Eagle Re fue constituida por los tres empresarios y también por Carlos Javier Terroba Wolff, bajo el amparo de la Licencia de Asegurador Sin Restricciones Clase B de la Sección 4 de la Ley de Seguros de Islas Caimán. De acuerdo con el Servicio de Administración Tributaria (SAT) el hecho de tener recursos en el extranjero no constituye un delito por sí mismo, lo ilegal es que esas inversiones tengan una utilidad y que ésta no sea declarada en México con el propósito de evadir el pago de impuestos.
Una auditoría elaborada el 3 de abril de 2009 por KPMG, en poder de este periódico, establece que al menos de 1993 a 2008 Blue Eagle Re tuvo el privilegio de no pagar impuestos. Para 2008 la reaseguradora se disolvió, dos años antes de que el gobierno mexicano suscribiera un acuerdo con Islas Caimán, con la autorización del Reino Unido, para intercambiar información en materia tributaria, el cual entró en vigor hasta 2012.
Pero fue hasta 2017 que quedó en evidencia la ruta del dinero que emplearon los directivos del Cruz Azul para evadir impuestos y ganar dinero del futbol aún perdiendo, gracias a la firma de abogados offshore Appleby que contrataron para crear la reaseguradora, de acuerdo a los documentos que dio a conocer el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) con información obtenida por el diario alemán Suddeutsche Zeitung.
›ejecentral solicitó al Servicio de Administración Tributaria que informara, vía transparencia, si los hasta entonces directivos de la Cooperativa La Cruz Azul habían sido investigados a partir de las pesquisas generadas por las revelaciones periodísticas de Panama Papers, Bahama Leaks y Paradise Papers; sin embargo, el órgano de recaudación fiscal del Estado mexicano determinó la información como confidencial. El Pleno del INAI confirmó la respuesta.
En 2011, Víctor Garcés dejó de pertenecer a la Cooperativa Cruz Azul; sin embargo, apenas a inicios de septiembre de 2019, el exdirector jurídico de la cementera reapareció públicamente para asumir funciones y realizar cambios dentro del equipo de futbol.
Todo asegurado
Blue Eagle Re contrató los servicios de Glacier Reinsurance, una empresa con sede en Suiza acreditada ante el Registro General de Reaseguradoras Extranjeras, como lo estipula la Ley de Instituciones de Seguros y de Fianzas de México.
De esta manera, Glacier Reinsurance asumió riesgos específicos de pólizas emitidas por La Cooperativa Cruz Azul, sus subsidiarias y afiliadas. Dentro de las pólizas reaseguradas se encontraba uno de los activos más importantes de la cooperativa, se trataba del equipo de futbol Cruz Azul, al que se le conoce como el eterno subcampeón de la liga mexicana.
Según lo asentado en la auditoría de KPMG, Blue Eagle Re reaseguró con Glacier Reinsurance AG, el 100% de una póliza emitida a nombre del Club Deportivo, Social y Cultural Cruz Azul A.C., la cual cubría dos torneos por año, el de Apertura y Clausura del futbol mexicano.
La póliza les pagaba a los directivos entre uno a dos millones de dólares, dependiendo de los puntos que alcanzaba el equipo en cada torneo por separado. Si obtenía el campeonato del torneo o si registraba un mínimo de puntos a los largo de la competencia, recibía un excedente de un millón de dólares más.
“La póliza subyacente cubre dos torneos por año, y pagará entre 1,000,000 USD a 2,000,000 USD, a un límite de 1,000,000, dependiendo de los puntos obtenidos (2007: 2,500,000), al Club, por si acaso obtiene el campeonato del torneo y obtiene un mínimo de puntos a lo largo de la competencia”, se lee en el dictamen de KPMG.
En términos prácticos, Blue Eagle Re —la reaseguradora creada por los mismos directivos de la Cooperativa y del equipo Cruz Azul— debía entregar al club los beneficios que pactaban con Glacier Reinsurance, que incluía hasta un millón de dólares si eran campeones, por ejemplo.
La contratación de estos seguros y sus beneficios nunca fueron notificados a los cooperativistas, por lo que ignoran si alguna vez se entregó este dinero, de acuerdo a las consultas que realizó este periódico.
Los directivos no sólo aseguraban al equipo de futbol, también a la cementera, y a los trabajadores con diferentes beneficios que iban desde desempleo, incapacidad hasta defunción. El costo que cubría la Cooperativa La Cruz Azul, S.C.L. por la prima ascendía a 40 millones de dólares. En este caso los cooperativistas tampoco estaban enterados y rechazan haber recibido alguno de estos beneficios, por lo que el 16 de julio de 2010 interpusieron una denuncia ante la Procuraduría General de la República, ahora Fiscalía General (FGR), que quedó asentada bajo el número PGR/SIEDO/ UEIORPIFAM/AP/167/2010.
En el expediente los trabajadores de la Cooperativa La Cruz Azul aseguran que al tratarse de una reaseguradora propiedad de los hermanos Álvarez Cuevas, el pago de la prima por 40 millones de dólares, ya representaba una ganancia para ellos.
Caso archivado
Los trabajadores de la cooperativa se enteraron tarde de estas operaciones presuntamente fraudulentas, porque cuando presentaron la denuncia la empresa Blue Eagle Re se había disuelto dos años antes, en 2008.
José Luis Carbajal Campos promovió la averiguación previa en la Unidad Especializada en Investigación de Operaciones con recursos de Procedencia Ilícita y Falsificación o Alteración de Moneda de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO).
En ella se denunciaba que, por medio de la contratación de seguro y reaseguro que se hacía para la Cooperativa La Cruz, Terroba Wolff facturaba con un sobreprecio, pues el valor real del seguro se duplicaba hasta pagar los 40 millones de dólares.
“En este sentido, las aseguradoras reciben el importe de aquello que les corresponde y ya con el dinero en el extranjero la parte que corresponde al sobreprecio se desvía a LUMMAR H. CORPORATION y BLUE EGLAE”, se lee en la denuncia cuya copia se puede consultar en el blog La nueva cruz azul.
›La averiguación previa se basó en el testimonio de Terroba Wolff, quien según lo expuesto en la denuncia, el 30 de septiembre de 2009 confesó a cooperativistas, durante una reunión, que las operaciones en las que se utilizó a las aseguradoras llegaron a un monto de 400 millones de dólares. Lo dicho en esta reunión fue confirmado en el expediente por José Alfredo Álvarez Cuevas.
Luego de 10 días, el 26 de julio de 2010, José Alfredo Álvarez Cuevas, hermano de Guillermo, envió una carta al Agente del Ministerio Público de la Federación para negar su participación en los hechos denunciados en la averiguación previa. “(…) manifiesto que tuve conocimiento de ellos, al igual que muchos de mis compañeros socios cooperativistas de la Cooperativa La Cruz Azul, S.C.L., el día 30 de septiembre de 2009, fecha en la que se presentó el señor Carlos Javier Terroba Wolff para explicar las operaciones en las que se había participado en unión de otras personas y que son aquellas que han referido precisamente, por cierto, los medios de comunicación”.
Como beneficiarios de este mecanismo se señaló a Guillermo Álvarez Cuevas, director general de la Cooperativa La Cruz Azul, S.C.L, así como Víctor Manuel Garcés Rojo, exdirector jurídico de la Cooperativa La Cruz Azul y a Carlos Terroba Wolff, a quien se identificaba como director de un grupo empresarial y operador de accionista con representación legal de Lummar H. Corporation y Blue Eagle Re.
Nada pasó en 2010. De acuerdo con el testimonio de cooperativistas consultados por ejecentral, la denuncia aparentemente no fue ratificada y se archivó. Por ello, José Antonio Marín Gutiérrez, socio de la Cooperativa, exigió en entrevista que se investigue las operaciones de los directivos del equipo de futbol Cruz Azul.
“Hemos escuchado sobre el lavado de dinero en diferentes equipos de futbol y acaba de salir Santiago Nieto a decir que se está investigando a muchos clubes de futbol por eso. No sabemos a ciencia cierta si Cruz Azul haya entrado a ese esquema, pero hay una sospecha tremenda”, apuntó.
Préstamos sin pérdidas
Antes de que se disolviera Blue Eagle Re (empresa que se alimentaba financieramente de la Cooperativa La Cruz Azul) le hizo un préstamo por cuatro millones de dólares a Lummar H. Corporation. El 4 de abril de 2008 la aseguradora le prestó a su matriz un millón de dólares; posteriormente el 21 de mayo de 2008, le transfirió otro millón de dólares y el 4 de noviembre 900 mil dólares adicionales.
Los términos del acuerdo establecían que el préstamo incluía una tasa de interés de 4.728% anual y se pagaría totalmente, con intereses acumulados, en 48 mensualidades que iniciaban a partir del 30 de enero de 2009.
Hemos escuchado sobre el lavado de dinero en diferentes equipos de futbol (…) No sabemos a ciencia cierta si Cruz Azul haya entrado en ese esquema, pero hay una sospecha tremenda”. José Antonio Marín Gutiérrez, cooperativista de Cruz Azul.
Sin embargo, antes de que iniciara el plazo de pago, Blue Eagle Re prestó otro millón de dólares. Al final los cuatro millones de dólares no los pagó Lummar H. Corporatio. Esto no se tradujo en una pérdida para Guillermo y Alfredo Álvarez Cuevas, ni para Javier Terroba Wolff, pues de acuerdo con el apartado Gestión de riesgos financieros, integrado en el dictamen de KPMG, los dueños de las dos aseguradores eran los mismos directivos de la Cooperativa La Cruz Azul:
“Los montos adeudados de partes relacionadas se deben a una entidad que está relacionada con la compañía por medio de propiedad común. La gerencia no espera pérdidas económicas como resultado de esta relación”.
Es decir, los directivos de la Cooperativa La Cruz Azul se autoprestaron cuatro millones de dólares. Ya para diciembre de 2008, la administración de Blue Eagle Re, que no tenía empleados, decidió no renovar el programa de reaseguro.
“Subsecuente a fin de año, la Empresa declaró dividendos por 4,058,958 USD. Una parte de los dividendos se aplicará al reembolso del préstamo a la Matriz por 2,900,000 más intereses por cobrar por 58,958 al 30 de noviembre de 2008. El saldo por 1,100,000 USD se destinará al reembolso del préstamo a la Matriz que se hizo subsecuente al 30 de noviembre de 2008”, se detalla en el dictamen de KPMG.
Hasta le regresan dinero
Durante cinco años, tanto a la Cooperativa como al club deportivo Cruz Azul, el SAT les condonó 342 millones 847 mil 702 pesos, de acuerdo con la información contenida en la base de datos que el Servicio de Administración Tributaria entregó a Fundar, luego de que dicha fundación solicitó que se transparentaran los nombres de las personas y empresas a quienes el Estado mexicano les condonó y canceló impuestos entre 2007 y 2015.
›El Club Deportivo Social y Cultural Cruz Azul A.C. en 2007 recibió una condonación por 328 millones 781 mil 762 pesos y cinco años, después se le perdonó el monto de un millón 873 mil 178 pesos.
En el caso de la Cooperativa La Cruz Azul, en 2008 fue favorecida con no cobrarle un millón 308 mil 291 pesos, y dos años después fue beneficiada con un no pago de 10 millones 775 mil 320 pesos. Luego en 2015 se le condonó 103 mil 117 pesos.
Pero sobre las investigaciones, ante posible evasión de impuestos, el SAT se declaró impedido a informarlo. ejecentral solicitó al Servicio de Administración Tributaria que le informara si los hoy directivos de la Cooperativa Cruz Azul habían sido investigados, si se les había invitado a regularizar su situación fiscal o si habían declarado o pagado impuestos por ganancias obtenidas de la empresa Blue Eagle Re, la cual se había constituido en Islas Caimán.
Sin embargo, el SAT respondió que su Comité de Transparencia clasificó la información como confidencial en sus sesiones extraordinarias del 30 de abril y 2 de mayo de 2019. Además, el Servicios de Administración Tributaria adjuntó como respuesta un oficio de la Administración General de Auditoría Fiscal del Distrito Federal “4”, adscrita a la Administración General de Auditoría Fiscal Federal donde se confirma la confidencialidad, dado que estaba protegida por el secreto fiscal en términos del artículo 69 del Código Fiscal de la Federación.
“El personal que intervenga en los diversos trámites relativos a la aplicación de las disposiciones tributarias estará obligado a guardar absoluta reserva en lo concerniente a las declaraciones y datos suministrados por los contribuyentes o por terceros con ellos relacionados, así como los obtenidos en el ejercicio de las facultades de comprobación (…)”, respondió el SAT.
También confirmó que el artículo 113, fracción II de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública considera información confidencial el secreto bancario, fiduciario, industrial, comercial, fiscal, bursátil y postal, cuando la titularidad corresponda a particulares, sujetos de derecho internacional o sujetos obligados cuando no se involucren recursos públicos.
No obstante, se señala que la reserva no será aplicable cuando se trate de investigaciones sobre conductas previstas en el artículo 400 Bis del Código Penal Federal que realice la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. De acuerdo con el artículo 400 Bis del Código Penal Federal, la persona o intermediario que adquiera, enajene, administre, custodie, cambie, deposite, dé en garantía, invierta, transporte o transfiera dentro del territorio nacional, de éste hacia el extranjero o a la inversa, recursos, derechos o bienes de cualquier naturaleza con conocimiento de que proceden o representan el producto de una actividad ilícita con el propósito de ocultar o pretender ocultar, encubrir o impedir el origen, localización, destino o propiedad de los recursos, derechos o bienes o alentar alguna actividad ilícita.
Pese a ello, el SAT argumentó que las solicitudes de información respecto a los directivos de la Cruz Azul no se ubicaban en ninguno de los casos de excepción que plantea el artículo 69 del Código Fiscal de la Federación. El INAI tampoco consideró las excepciones y confirmó la confidencialidad de la información.
Los problemas en la Cooperativa La Cruz Azul comenzaron alrededor de 2011, cuando se descubrieron los presuntos malos manejos entre directivos de la marca. Víctor Garcés Rojo, cuñado de Guillermo Billy Álvarez fue expulsado como socio cooperativista y dejó su cargo como director jurídico de la cooperativa. En mayo de ese año, Alfredo Álvarez Cuevas presentó su renuncia como vicepresidente de los cementeros al no estar de acuerdo con el manejo financiero y deportivo del club. Y es que en 2010 ya había sido destituido como director comercial y director general adjunto de Concretos Cruz Azul, así como suspendido como socio y presidente la Comisión de Conciliación y Arbitraje de la Cooperativa. La unidad entre hermanos y cuñado parecía disuelta.
Pero Víctor Garcés regresó. Fue el 5 de septiembre de 2019, en el programa Futbol Picante, donde el dirigente cementero reapareció para reconfigurar al equipo y a la cooperativa: definió a Robert Dante Siboldi como nuevo entrenador de la escuadra azul en sustitución de Pedro Caixinha y adelantó que el entonces director deportivo del equipo, Ricardo Peláez no tenía garantizada su continuidad. Además puntualizó que junto con Alfredo Álvarez se encargaría de la vicepresidencia del equipo.
El regreso además tenía un trasfondo que sobrepasaba lo futbolístico. El 22 de agosto de 2019, el juez Tercero de Distrito en Materia Civil en la Ciudad de México suspendió a Guillermo Álvarez Cuevas como director general de la Cooperativa Cruz Azul, ya que así se determinó en asamblea de cooperativistas en 2011, estableció el juzgador. Esta decisión fue revertida por Billy Álvarez a través de varios amparos.
El juez, además, determinó una multa por siete mil 500 pesos y embargó, y retuvo los bienes de la Cooperativa Cruz Azul, aunado a que designó como interventor a José Antonio Marín Gutiérrez, líder del grupo opositor a Guillermo Álvarez, y quien se desempeñaba como gerente de optimización de la planta de Hidalgo. Y quien denunció en abril de 2019 en entrevista con ejecentral que por 10 años en la Cooperativa se ha vivido un “terrorismo jurídico” con la finalidad de que no operen los consejos de Administración y Vigilancia de la cementera.
A decir de Marín Gutiérrez en el Consejo de Vigilancia, los 764 socios de la cooperativa eligieron el 29 de septiembre de 2018 a Víctor Velázquez —director comercial y quien fue encarcelado por el delito de extorsión— como presidente del ente encargado de fiscalizar a la cementera, pero, dijo, la dirección general de Guillermo Álvarez impugnó la decisión.
Respecto a la sentencia que inhabilitó a Guillermo Álvarez, José Antonio Marín Gutiérrez, señaló: “Desafortunadamente la sentencia y las medidas cautelares que se dictaron, estos señores con muchas argucias fueron y pusieron un amparo en el Juzgado Quinto y el juez les concedió una suspensión de las medidas cautelares y en el término de tres o cuatro días nos tumbaron todo lo que ya se había conseguido”.