Al inicio de la novela ‘Conversación en la Catedral’, escrita por Mario Vargas Llosa y publicada hace 50 años, el personaje central de la historia, el periodista Santiago Zavala (Zavalita), reflexivo se pregunta: ‘En qué momento se había jodido Perú?’.
Después de los violentos hechos registrados el pasado jueves en Culiacán, que concluyeron con la virtual rendición de las Fuerzas Armadas ante el poderío del Cartel de Sinaloa, se puede plantear -y adaptar- la pregunta: ¿En qué momento se jodió México?
Si bien es cierto que, a mediados de los ochentas, el tema del narcotráfico comenzó a ser recurrente en la agenda informativa a partir del asesinato del agente de la DEA, Enrique Camarena, algo ‘tronó’ en ‘el sistema’ en el momento en que inició la alternancia democrática en el 2000.
El sexenio de Vicente Fox se estrenó en enero de 2001 con la primera fuga de ‘El Chapo’ Guzmán del Penal de Puente Grande. Poco tiempo después, estalló la guerra por la estratégica plaza de Nuevo Laredo, en la frontera tamaulipeca. Luego, el infierno se propagó con rapidez por diversas regiones del país.
Al llegar Felipe Calderón a la presidencia de la república en 2006 con la sospecha de un fraude electoral, optó por legitimarse con una declaración de guerra: lanzó al Ejército a las calles en contra de los carteles del narcotráfico.
El resultado todos lo sabemos: Felipe Calderón y su gobierno perdieron la guerra. El crimen organizado se apoderó de regiones y ciudades. La violencia se multiplicó y el número de homicidios alcanzó una cifra récord en la historia del país. El Estado Fallido se originó en ese entonces.
El regreso del PRI a la silla presidencial con Enrique Peña Nieto en 2012 se fraguó en buena medida por esa razón: se suponía que ellos, los priistas, sí sabían cómo solucionar ese tipo de problemas.
Sin embargo, Peña Nieto y su equipo partieron de un pésimo análisis: minimizar el problema de la violencia y la inseguridad a partir del manejo mediático de las reformas que el país necesitaba.
La equivocación costó un caso que nunca se olvidará: 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa, Guerrero, fueron secuestrados y, seguramente, asesinados por un grupo del crimen organizado… con la posible complacencia del elementos militares y la participación activa de policías locales. Lo que siguió fue trágico: la narcoviolencia se incrementó en el país y la cantidad de muertos y desaparecidos fue exorbitante, por encima del sexenio calderonista.
Desde su campaña, Andrés Manuel López Obrador nunca dejó en claro cuál era su estrategia para enfrentar el poder del narco. Se limitó a repetir que pacificaría el país y utilizó una palabra que provocó controversia: ‘amnistía’. Nunca ha precisado, hasta el momento, en qué consistiría esa amnistía.
Tal vez lo que sucedió el pasado jueves en Culiacán indique de qué se trata la idea: dejar en paz y en libertad a los jefes de la delincuencia organizada, que ahora se alzan victoriosos y jubilosos. Eso, sin duda, traerá lamentables y fatales consecuencias para México.
EL PRIMER INFORME DE ANA CRISTINA
La presidenta del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de Ciudad Madero, Ana Cristina Organista de Oseguera, rindió su primer informe de actividades la tarde del pasado viernes.
En un evento realizado en el Salón Cartaginés del Hotel Maeva, situado sobre el bulevar costero de la Playa de Miramar, la presidenta del DIF maderense informó con detalle sobre los avances y logros de su gestión.
Acompañada de su esposo, el presidente municipal de Madero, Adrián Oseguera Kernion, y de sus dos hijos, Adrián y Regina, Ana Cristina Organista expresó: ‘Hace 12 meses iniciamos la tarea de transformar el presente y el futuro de las y los maderenses, y hoy entregamos resultados que, sin duda, nos confirman que vamos por el camino correcto’.
Entre los programas enumerados en su informe, destacan los programas de becas para niños, el fomento de autoempleo para las mujeres, el apoyo a las personas con discapacidad, y las conferencias impartidas para orientar a los jóvenes en temas de salud y educación.
Ana Cristina Organista agradeció a su esposo Adrián Oseguera su apoyo. Destacó, además, su agradecimiento al gobernador del estado, Francisco García Cabeza de Vaca, y a la presidenta del DIF Tamaulipas, Mariana Gómez de García Cabeza de Vaca, por su respaldo.
EL MENSAJE: LA JUSTICIA PRESUPUESTAL
En el restaurante ‘El Asador’, de la Calle Quinta, en Ciudad Madero, el diputado local Joaquín Hernández Correa, se reunió el viernes pasado con un grupo de panistas y ciudadanos de la urbe petrolera para agradecerles el apoyo que recibió en su campaña.
Pero hubo un motivo específico para convocar el encuentro: recalcar y difundir el mensaje planteado por el gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, y respaldado por el Grupo Parlamentario de Acción Nacional en el Legislativo: La justicia presupuestal que merece el estado.
Este tema ha sido planteado con insistencia por el mandatario estatal, así como por el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, Gerardo Peña Flores. También lo hizo en su primer informe de actividades, el senador Ismael García Cabeza de Vaca.
Tamaulipas ocupa el segundo lugar entre las 32 entidades del país en la generación de ingresos para la Federación y, sin embargo, solamente recibe 14 centavos por cada peso que aporta. Eso es una injusticia. Eso no se vale. Se requiere un nuevo Pacto Federal.
A la reunión asistieron Agustín de la Huerta Mejía (que también tomó la palabra) y los ex alcaldes maderenses Guadalupe González Galván y Jaime Turrubiates Solís. Ahí estuvieron también ‘Los Agustinos’ Marco Moctezuma Simón y Rodolfo Carrizales, suplente de ‘Joaco’ en la diputación.
Fuente: Expreso.press
