PEDRO ELIZALDE
Horas después del desenlace por todos conocido del operativo en la ciudad de Culiacán el jueves por la tarde, las expresiones, la mayoría, fueron en un mismo sentido: incredulidad, ¿por qué las cosas habían terminado así? ¿Qué pasó? Pues las fuerzas del Estado mexicano capturaron a un hijo de El Chapo Guzmán, Ovidio, lo que provocó balaceras por todos lados en la capital de Sinaloa, con el evidente propósito de rescatarlo.
Al final lograron su cometido, Ovidio fue soltado por sus captores, ante la sorpresa y falta de crédito de muchos tras ello. Se dijo que fue lo mejor para evitar que la violencia desatada provocara más sangre.
Atónito como la mayoría de los mexicanos, se presentó el senador Ismael García Cabeza de Vaca en un desayuno con la prensa en la mañana siguiente a lo sucedido en Culiacán. Es un día histórico, muy triste, atizó el legislador, la detención y luego liberación del hijo del Chapo deja un mal precedente en la historia de México, cuestionó.
Reconoció que no quiso ver más noticias porque lo ocurrido era inconcebible y demuestra que contra la inseguridad falló la estrategia del gobierno federal, o más bien no la hay. También tuvo reproche para el accionar de la Guardia Nacional, proyecto lopezobradorista de policía nacional que no está dando tampoco resultados, aseguró, y con un dejo de arrogancia aseguró que aprobó su creación en el Senado y tuvo su voto de confianza.
Tiene motivos para estar sentido el legislador federal reynosense hermano del gobernador del estado, lo que pasó en Sinaloa es muy complicado de digerir; y sí también deja un mal precedente. Dividido como está el país, el senador Cabeza de Vaca pertenece a la mitad de los que cree que México va directito a un abismo con la dirección de quien encabeza la 4T, pero qué se le hace, tiene el respaldo de la otra parte, ojalá no sea muy tarde cuando se den cuenta, palabras más palabras o menos utilizó.
Y así por el estilo las reacciones a lo ocurrido la semana pasada en el noroeste del país. Algunas buscando sacar ganancia política de la ruina; otras expresadas desde la burbuja de la comodidad que da la distancia con la zonas en conflicto. Sí, lo que ocurrió el jueves en Culiacán es lamentable ¿Por dónde empezamos para que no vuelva a suceder y que los responsables enfrenten las consecuencias de la mala imagen pública generada?
