Opinión con sentido

Culiacán a la luz de la presión estadunidense

HÉCTOR AGUILAR CAMÍN

Jorge Castañeda ha escrito en The New York Times una reflexión, y una pequeña historia, sobre lo sucedido en Culiacán, que no tienen desperdicio. Se refiere a los resultados contraproducentes, en realidad catastróficos, que ha tenido entre nosotros la estrategia, venida de Washington, de cazar, detener, abatir a los grandes capos de los grandes cárteles para disminuir el poder de los cárteles y hacerlos controlables. La llamada kingpin strategy. El Presidente, refiere Castañeda, había cancelado esta estrategia. Creemos algunos, entre ellos Castañeda y yo, que la opción de Andrés Manuel López Obrador era la correcta, porque la kingpin strategy no había sino producido la violencia en que estamos, en espiral ascendente, desde 2008. La tesis central de la pieza de Castañeda en el Times, y ahí su muy buena historia de lo que pudo haber sucedido, es que la presión estadunidense volvió sobre el gobierno de México cuando supieron, con alguna precisión, dónde estaba el Chapito y que había solo unas horas para capturarlo. La presión indujo a la decisión de capturarlo y esas horas o minutos de presión por la captura invirtieron de pronto, en los hechos, la nueva estrategia del gobierno, que era no cazar capos, al improvisado regreso a la estrategia de cazarlos cuando se pudiera. Y de pronto se podía, con gran precisión de coordenadas geográficas, en cierto fraccionamiento residencial de Culiacán. Escribe Castañeda, una voz lamentablemente ausente de nuestra prensa escrita: “La batalla de Culiacán revela que el cártel de Sinaloa no es más débil hoy que antes del inicio mexicano de la guerra contra las drogas. Quizá las autoridades mexicanas que recibieron el tip estadounidense sobre el lugar donde estaba Ovidio Guzmán, entendieron que si no lo capturaban, el gobierno estadounidense las vería como cómplices. Procedieron entonces a la captura sin muchas ganas, y desastrosamente. Con la revisión del nuevo tratado comercial de Norteamérica detenido en el Congreso americano, quizá López Obrador se sintió obligado a actuar”. Actuó en el sentido equivocado, dice Castañeda, pues estaba en el curso correcto. Resumo pobremente un texto lleno de información, de conjeturas inteligentes, de matices que puede leerse aquí: https://bit.ly/362QhjM. hector.aguilarcamin@milenio.com https://www.milenio.com/opinion/hector-aguilar-camin/dia-con-dia/culiacan-a-la-luz-de-la-presion-estadunidense

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