Advierte el CIJ que en Tamaulipas empieza a aumentar consumo de metanfetaminas
Por José Gregorio Aguilar
Cd. Victoria, Tamaulipas.- La coordinadora regional de los Centros de Integración Juvenil (CIJ) en la zona norte, María Sanjuana Covarrubias alertó que en estados como Tamaulipas se ha incrementado el consumo de metanfetaminas, una sustancia altamente adictiva que propicia mucha violencia.
Dijo que la disponibilidad, la oferta y el fácil acceso es lo que ha propiciado que un mayor número de personas, jóvenes y adultos, opten por experimentar con este tipo de droga.
“En Tamaulipas el consumo de sustancias va cambiando, y esto tiene que ver con la disponibilidad de drogas. Y es cierto, el consumo de metanfetaminas ha aumentado, sobre todo acá en el norte, donde se consume la cocaína, la metanfetamina y la marihuana, son las sustancias más utilizadas”.
En el caso específico de Ciudad Victoria, indicó que se observa que también hay un aumento en el consumo (de metanfetaminas), aunque aceptó que a los Centros de Integración Juvenil no llegan muchos pacientes con ese tipo de adicción.
“Dando vuelta por la ciudad, y viendo las condiciones, si puede ser que haya un aumento en el consumo de metanfetamina, aunque a nosotros no nos hayan llegado tantos casos, pero debido a las condiciones de la ciudad seguramente habrá otros grupos e instituciones que reciban más casos de este tipo”.
Con estos antecedentes, María Sanjuana Covarrubias dijo que es necesario reforzar la coordinación con las instituciones de salud, porque es de vital importancia sumar esfuerzos para detectar oportunamente casos de consumo de metanfetaminas, con la idea de ser atendidos lo más pronto posible.
“Si es una alerta, porque este tipo de sustancias son muy desorganizadoras de la conducta porque son muy adictivas y propician mucho violencia, por lo que para nosotros es importante reforzar las coordinación con instituciones porque atender los casos detectados en forma temprana”.
Los consumidores crónicos pueden presentar síntomas que pueden incluir ansiedad intensa, confusión, insomnio, fluctuación del estado de ánimo y comportamiento violento.
“Hoy más que nunca este tipo de sustancias son dañinas y no podemos permitir que pasen los años sin hacer nada, porque además del deterioro físico y mental para el sujeto es un daño social familiar que se da también en el tejido social”, concluyó.
Fuente: Gaceta