PEDRO ELIZALDE
Se advirtió recién presentada la propuesta de paquete económico para 2020, que el presupuesto de recursos federales para gasto de Tamaulipas venía a la baja en términos reales.
La titular de la tesorería del estado lo confirma: 1,700 millones de pesos, es el estimado del tijeretazo que el gobierno de la 4T estará aplicando a la entidad de gobierno panista.
El proyecto de ingresos y egresos federales presentado la tarde del domingo 8 de septiembre reporta cantidades que así tal cual significan más recursos en 2020 que los del presente año, pero a tales cifras les falta considerar la inflación.
La secretaria de Finanzas de Tamaulipas proyectó una baja de recursos de mil 700 millones de pesos, tras agregar “fenómenos inflacionarios”, según declaró la funcionaria estatal.
Y como de algún lado tendrán que salir ese dinero que no llegará, la tesorera Lourdes Arteaga afirmó que la estrategia a seguir es mejorar la recaudación local y austeridad en el gasto, ante el panorama de menos aportaciones y participaciones federales.
La dependencia de las entidades federativas de los recursos que provienen de la Federación es una realidad, como también que los estados aportan al erario nacional importantes cantidades de recursos mediante la recaudación de impuestos, unos más que otros, esa es otra certeza. Tamaulipas es una entidad que destaca en cobrar impuestos que se redirigen a las arcas federales.
El gobernador se lo dijo al Presidente en su reciente visita a Tula. Después de la CdMx, en 2018 con 275 mil millones de pesos, la entidad fue la que más recursos aportó en impuestos al erario federal, datos oficiales del SAT le detalló Cabeza de Vaca a López Obrador.
Antes le recordó que allá por el 2000 cuando uno era diputado federal y el otro jefe de Gobierno del DF, le dio la razón cuando el segundo demandaba más recursos de la Federación en correspondencia a lo que recaudaba.
El panorama entonces es, primero, de oportunidad para Tamaulipas, de ser más eficiente en cobrar impuestos y en la aplicación del gasto.
Fuente: Milenio
