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Surge nuevo movimiento estudiantil

David Ed Castellanos Terán
@dect1608

Surge nuevo movimiento estudiantil 

La matanza de Tlatelolco, fue el asesinato masivo de estudiantes y civiles por las armas de militares y policías, 2 de octubre de 1968, historia que muchos conocimos a través del testimonio de nuestras abuelas; eran ríos de sangre que bañaron las calles del entonces Distrito Federal en el preámbulo de los Juegos Olímpicos de México.

Un mes antes de conmemorarse el 51 aniversario, se comenzó a fraguar otra concentración masiva de universitarios dispuestos a enfrentarse a la mafia del poder. 

A través de redes sociales y con la aparición de cartulinas en las principales plazas públicas de la zona metropolitana de Tampico, al sur de Tamaulipas, los estudiantes principalmente de la Universidad Autónoma y del Instituto Tecnológico de Ciudad Madero, han iniciado el nuevo movimiento estudiantil que llama a la población en general sumarse a su lucha.

Entre la ciudadanía del estado mexicano de Tamaulipas, aún no termina de desaparecer el miedo heredado por la guerra de los carteles, allá muy al norte de México donde el combate contra las drogas y tráfico de armas son la agenda diaria de la política local cabecista, el hartazgo a los abusos de los concesionarios del transporte público y líderes choferiles, han orillado a un grupo de jóvenes a alzar la voz contra sus arbitrariedades, la anarquía con la que se manejan, y el conducir agresivo atentando la vida de los automovilistas son los motivos prioritarios de estos jóvenes que no terminan de asomarse a los medios de comunicación, prefieren el anonimato pues crecieron encerrados en sus casas, no supieron lo que es jugar a la pelota en las calles, era tanta la agresividad delictiva que no olvidan el rugir de las camionetas, las granadas y balas, e incluso conocieron la historia de Enrique López Gutiérrez, juvenil Secretario Político del Partido Comunista de México, desaparecido en julio de 2015, mientras se escribía el segundo episodio más sanguinario de esta entidad. Fue el último que intentó despertar a los jóvenes del noreste mexicano. 

Entre que alzan la voz y guardan su identidad, han comenzado a moverse, poco se han dejado ver, se están organizando entre sus cuentas de Facebook y Twitter, están dejando señales y llamados a la población mediante  cartulinas con leyendas como: «El cambio no termina en las urnas, despierta», «Derecho al transporte con tarifa de estudiante», y «No somos porros, somos estudiantes». 

Desde Tamaulipas, primero contra el transporte público y a discreción contra el gobierno que tiene en la persona de María Doris Hernández Ochoa, una tibia y casi inservible Subdelegada de Transporte, los estudiantes comenzaron a marcar la agenda pública, se involucran para provocar los turbulentos vientos gubernamentales que avanzan en el proyecto de modernización del transporte con la construcción de un Metrobús, modernidad en la movilidad urbana que incluso podría abrirle la puerta a las aplicaciones del servicio de taxi como UBER y Didi Pasajero, entre otras… Así primero uno, luego el dos con la intención de hacer valer su tarifa de estudiante y evitar otro aumento al pasaje. 

davidcastellanost@hotmail.com
@dect1608

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