El mandatario mostró el pequeño artefacto que fue hallado en una sala de juntas de Palacio Nacional; ‘no hay nada qué esconder’, asegura; minimiza el hallazgo
CIUDAD DE MÉXICO
El presidente Andrés Manuel López Obrador mostró la cámara que espiaba sus actividades privadas desde hace tiempo y que denunció públicamente la semana pasada.
Al detallar la forma en la que fue detectada, el mandatario indicó que estaban realizando las actividades de limpieza en el palacio nacional cuando alguien se percató de su existencia.
El mandatario reafirmó que no tiene miedo de lo que «el aparatito» haya captado pues ni él ni su gobierno tienen nada qué esconder y por ello no le dan mucha importancia al hallazgo de la minicámara, la cual se ubicó en un salón donde se recibe a empresarios, gobernadores y hasta se graban incluso videos para las redes sociales del presidente.
«Estaba en una de las salas donde asisten quienes van a hacer planteamientos de todo tipo y nosotros no aceptamos que nos hagan propuestas indecorosas. En fin, no hay nada que ocultar», enfatizó López Obrador.
– ¿Cree que esa cámara estaba desde el gobierno de Enrique Peña Nieto?
-Pues no sabemos. Los técnicos dicen que tenían que estarla descargando cada determinado tiempo; o sea, sí, sacando las imágenes, la memoria.
Al igual que en días pasados, el jefe del Ejecutivo federal dijo que no llevará el caso a nivel ministerial y que basta sólo con exponer públicamente estos procedimientos indebidos.
Descartó que la detección de la minicámara haya propiciado una revisión a profundidad de todo Palacio Nacional.
«No, porque no hay paranoia, o sea, ya les dije, el que lucha por la justicia no tiene nada que temer. Nada más es porque se quedaron algunos con las malas mañas, las malas prácticas de estar espiando.
“Acuérdense que nosotros hicimos el compromiso, y se está cumpliendo, estoy pendiente, de que el gobierno no intervenga teléfonos, que ya no haya lo que nosotros padecimos cuando estábamos en la oposición, o sea, espionaje, ni para periodistas, ni para opositores, para nadie. Entonces, esto está garantizado. Esto, pues, puede ser de gente de fuera, pero ¿para qué nos metemos en honduras?», sostuvo al desconocer el valor económico de la cámara.
Por último, consideró que las actividades de espionaje «se pusieron de moda» en los últimos tiempos, pues no sólo se espiaba a gobernantes, sino también a particulares para «chantajear, para sacar prebendas, provechos personales».
Fuente: Excelsior