La misa se realizó en la Parroquia de Nuestra Señora del Refugio para posterior trasladar sus restos al Panteón del Jardín del Rosario en Tampico.
SANDRA SOSA
Familiares y amigos de Mario Olivo, asistieron a la misa de cuerpo presente del joven que fue asesinado, entre lágrimas y profunda tristeza poco a poco fueron llegando todas las personas que deseaban acompañar y a los padres del fallecido.
Los restos mortales del joven universitario fueron llevados en un ataúd a la Parroquia de Nuestra Señora del Refugio de la colonia Unidad Nacional en ciudad Madero, a donde llegaron los padres de Mario, la familia y amigos, algunos con playera blanca entraron a la parroquia para dar el último adiós y cristiana sepultura en el panteón Jardín del Rosario en el municipio de Tampico.
En la iglesia se pudo observar el apoyo que le brindaron a la familia de Mario Olivo, un joven muy querido para todos los asistentes entre ellos compañeros de la universidad.
Al término de la misa, partió el cortejo fúnebre partió desde la iglesia de la colonia Unidad Nacional en Madero, con rumbo al cementerio ubicado en la zona de Tancol, la carroza con el cuerpo de Mario Olivo llegó alrededor de las 17:30 horas para darle sepultura.
Después de tres meses de su desaparición su padres lograron sepultarlo, luego de haber solicitado los restos del joven que fuera asesinado en una colonia del sur de Tamaulipas, al campo santo llegaron las personas más allegadas al muchacho, entre amigos y familiares, minutos antes de que fuera sepultado los mariachis cantaron varios temas que fueron solicitados por los familiares.
Cabe recordar que Mario Olivo, desapareció el pasado 1 de junio y fue hasta el 18 de julio de este año, cuando se informó a la familia que estaba muerto, posteriormente la Procuraduría General de Justicia de Tamaulipas, inició con las investigaciones pertinentes para dar con el paradero de los responsables de este hecho, será hasta el próximo mes de enero de 2020 cuando se reanuden las audiencias para el desahogo de pruebas de los presuntos inculpados.
Fuente: Milenio
