CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció que su gobierno intervino para solicitar que el exgobernador de Quintana Roo, Mario Villanueva, saliera de la cárcel por motivos de salud, pero que la Fiscalía General de la República (FGR) detuvo el proceso.
“Se está haciendo un trámite legal, porque lo solicitaron familiares y ciudadanos de Quintana Roo por la situación de salud de Mario Villanueva, y se inició un trámite en la Secretaría de Gobernación”, dijo en Palacio Nacional.
“Se había avanzado, pero hubo una apelación de la Fiscalía sobre este tema; y como somos respetuosos de la autonomía de la Fiscalía, lo acabo de decir, se está esperando que se termine con este trámite, pero sí hubo de parte nuestra atención al tema y lo va a seguir habiendo”, añadió.
—¿Pero para qué es el trámite? ¿Para que salga de la prisión? —, le cuestionó una reportera.
–Sí, por su estado de salud– respondió el jefe del ejecutivo federal.
El Congreso de Quintana Roo solicitó a López Obrador el indulto de Villanueva argumentando su mal estado de salud debido a que padece enfermedades graves crónico degenerativas, entre ellas problemas cardíacos e insuficiencia respiratoria, hipertensión arterial, hipotiroidismo y artritis.
De acuerdo con el artículo 97 BIS del Código Penal Federal, el presidente podrá conceder el indulto “de manera excepcional, por sí o a petición del Pleno de alguna de las Cámaras del Congreso de la Unión”.
“Por cualquier delito del orden federal o común en el Distrito Federal, y previo dictamen del órgano ejecutor de la sanción en el que se demuestre que la persona sentenciada no representa un peligro para la tranquilidad y seguridad públicas, expresando sus razones y fundamentos, cuando existan indicios consistentes de violaciones graves a los derechos humanos de la persona sentenciada”, según el artículo 97 Bis.
En tanto, Mario Villanueva también solicitó la intervención del presidente en un mensaje publicado en redes sociales y se quejó de que el juez que lleva su caso se niega a concederle el derecho a cumplir su sentencia en prisión domiciliaria pese a que tiene 70 años y padece enfermedades graves.
“Así le permitieron ir a su casa, entre otros, a la profesora Elba Esther Gordillo, y al exgobernador de Tabasco Andrés Granier”, acusó.
“Tengo ya 20 años y medio sin poner un pie en la casa, y he estado casi 18 años y medio en la cárcel compurgando una condena de prisión injusta, por acusaciones falsas sobre delitos que no cometí, con una condena que me permitiría salir libre a los 91 años y tres meses, es decir, que me condenaron a morir en la cárcel”, añadió.
Fuente: Proceso