La paradoja del fiscal para Ayotzinapa
CARLOS PUIG
Omar Gómez Trejo es abogado por la UNAM y maestro en Derechos Humanos y Democracia por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).
Fue parte de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México, Honduras y Guatemala, así como de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
De reconocido talento entre la comunidad de activistas y defensores de derechos humanos fue el secretario ejecutivo del Grupo Interdisciplinario de Expertas y Expertos Independientes (GIEI).
Los miembros del GIEI, en público y en privado, elogian su conocimiento y capacidad de trabajo.
En junio de este año el fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, nombró a Gómez Trejo fiscal especial para el caso Ayotzinapa, es decir, lo hizo el ministerio público jefe para el caso.
Y pues no está fácil.
Un ejemplo: una buena parte de las decenas de liberaciones que hemos visto en los últimos meses de los arrestados por el caso Ayotzinapa ha salido por asuntos de tortura que convierten sus declaraciones en, al menos, dudosas.
Por ejemplo, el documento “Ayotzinapa II” del GIEI dedica, de la página 383 a la 554, a un estudio minucioso de algunos casos, 17, de presunta tortura contra algunos de los detenidos que incluyen los que hablan del basurero, a El Gil y a policías de Iguala y Cocula. El análisis cuenta con la ayuda del International Rehabilitation Council for Victims of Torture (IRCT) de Copenhague, por ejemplo. La conclusión, léanla por favor, es, en pocas palabras, que aquello es un desastre, hay suficientes indicios de que existieron tortura y mal trato, pero nunca se documentó de manera correcta.
Este desastre es en parte el que hace al GIEI condenar el trabajo de la procuraduría de la “verdad histórica”. ¿Cómo les creemos a esos testigos? El análisis, por ejemplo, se queja de que no se aplicaron los protocolos de Estambul a tiempo, por lo que “el tiempo transcurrido tendrá efectos limitantes sobre los mismos”.
Ese documento tiene la firma en la página 2 de Omar Gómez Trejo como secretario ejecutivo.
Fuente: Milenio