Columnas

Es tiempo de la reconciliación

ARMANDO JUÁREZ BECERRA

El Grito de Independencia, es decir, la ceremonia del pasado día 15 en el balcón central del Palacio Nacional…

Encabezada por el Presidente de la República, logró “el milagro” de unificar en la gran mayoría de los mexicanos la certeza de que se están haciendo bien las cosas, pues salvo algunos pocos –los más recalcitrantes- adversarios y malquerientes de Andrés Manuel López Obrador, coinciden en dar su visto bueno a tan importante acto patrio.

Tanto comunicadores, como intelectuales y políticos de altos vuelos hablaron de la ceremonia del Grito como una de las más brillantes de todas las anteriores, pero al mismo tiempo, aunque de una manera un tanto tímida, externaron la idea de que ese esfuerzo cívico de la Presidencia de la República sirvió para muchas cosas importantes, más allá de la celebración patria, como por ejemplo, el cariño y aceptación del pueblo mexicano hacia su Presidente.

Los santones de la televisión en materia de comunicación social, los mismos que han sido inmisericordes en sus críticas al Primer Mandatario de la Nación, al menos el lunes y ayer martes, tuvieron que reconocer el éxito cívico de la Ceremonia del Grito, aun cuando matizaron sus comentarios con algunos señalamientos de pequeños detalles negativos que en nada empañaron el evento.

Pero lo más importante, que los cuidados que se tuvieron para el éxito de la ceremonia exaltó el sentimiento patrio de uno de los más altos exponentes de la intelectualidad mexicana, quien escribió que tal vez ya fuera tiempo de la reconciliación.

Viniendo de donde viene el comentario, alcanza un nivel muy alto de importancia, pues quien lo emitió nunca ha estado de acuerdo con AMLO en nada de lo que éste hace o piensa.

Y tiene razón, ya basta de enconos, de desencuentros y de pleitos, sí, ya basta, hay cosas más importantes que nos unen y que son necesarias para el desarrollo del país, y que se pueden lograr en armonía de quienes son responsables del destino de México.

OBRAS SON AMORES

Cómo no hablar bien de la administración municipal de la señora Alma Laura Amparán Cruz, si los números en su lenguaje frío revelan el impresionante desarrollo de Altamira y las obras son la manifestación real y contundente de lo que se expresa verbalmente.

Como muestra basta un botón, dice el dicho, y tan solo en un año la administración de la señora Alma Laura Amparán destinó la nada despreciable suma de 316 y medio millones de pesos en los renglones de movilidad sustentable, electrificación, agua potable, educación, seguridad pública, salud y bienestar social.

Además, Altamira se colocó en el primer lugar en materia de empleo (8 de cada 10 en la zona conurbada) con los salarios más altos en el estado y sexto a nivel nacional, lleva un acumulado de 8 mil 960 nuevos empleos, creación de 215 más ampresas y mil 152 millones de dólares invertidos por el sector industrial y habitacional, entre otras cosas.

Esa es Altamira y su alcaldesa Alma Laura Amparán, que con la participación de todos están dando vigencia al dicho popular de que “obras son amores, y no buenas razones”.

P.D.- En política, los ideales vencerán siempre a los intereses materiales, y la fuerza de la razón aniquilará a la razón de la fuerza..

e-mail: armando_juarezbecerra@hotmail.com

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