Entre el optimismo económico y el terrorismo fiscal
El Paquete Económico para 2020 presentado por el gobierno federal es riesgoso. El proyecto presentado ante la Cámara de Diputados propone incrementar el gasto social, con base en el principio de austeridad republicana y una mejor disciplina fiscal. Esta lógica presenta dos riesgos, el poco margen de maniobra ante posibles situaciones adversas en la economía nacional y la actual recesión global y el llamado “terrorismo fiscal,” que surge de las reformas propuestas en la Cámara de Senadores para tipificar la defraudación fiscal como crimen organizado.
La propuesta prevé un crecimiento puntual de 2% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2020; el gasto federalizado asciende a 1.9 billones, lo que representa el 31.7% del gasto neto y 7.5% del PIB proyectado; incremento en la deuda del sector público del 4.2% con respecto a 2019 y representa el 2.6% del PIB; el gasto en inversión pública presenta una disminución de 5% y representa el 2.8% del PIB; el presupuesto en salud aumenta 2.1% y representa el 2.5% del PIB; el gasto en pensiones contributivas y no contributivas representa el 4.2% del PIB, mayor por 0.4 puntos porcentuales que la recaudación por IVA.
La propuesta es optimista. Si bien, la mayoría de indicadores macroeconómicos son realistas, como tasas, inflación y tipo de cambio, existen rubros como el crecimiento del PIB que no lo son tanto. En el párrafo anterior se presentaron datos en relación con la producción esperada. Relación que considera que el crecimiento será del 2%, pero el comportamiento de la economía mexicana en 2019 no ha sido el esperado y presenta una contracción considerable. Si la desaceleración nacional y global continúan, el PIB podría mantener crecimientos nulos o entrar en recesión, provocando recortes a lo proyectado en el Paquete Económico.
Por otro lado, el principal ingreso del gobierno federal son los impuestos. Este representa el 13.3% del PIB en la propuesta. En México existen grandes problemas en la recaudación tributaria y de evasión fiscal. Sin embargo, el proyecto propuesto para el próximo año plantea mejorar esta situación. Para cumplir con el cometido, los senadores propusieron una serie de reformas a la Ley Federal Contra la Delincuencia Organizada, Ley de Seguridad Nacional, Código Nacional de Procedimientos Penales, Código Fiscal de la Federación y el Código Penal Federal.
Al proyecto de reformas se le ha llamado “terrorismo fiscal”. Las reformas establecen que la defraudación fiscal sea sancionada como delincuencia organizada. Esto preocupa a empresarios, contribuyentes y especialistas por algunas ambigüedades en las propuestas; un descuido puede ser considerado un delito con prisión preventiva y tener un fallo de hasta 8 años. Sin duda alguna, el Paquete Económico de 2020 aún tiene que ser discutido en el Congreso de la Unión para ser mejorado, así como las reformas mencionadas, y sea un plan viable y no una limitante presupuestaria para el crecimiento económico del país.
Fuente: Pauta.mx