CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- Una mezcla de historia y mito cuenta que la mañana del 16 de septiembre de 1810, el cura Miguel Hidalgo y Costilla hizo repicar las campanas del pueblo de Dolores para llamar al pueblo a la insurrección arengando: “¡Mueran los gachupines! ¡Muera el mal gobierno! ¡Viva Fernando VII! ¡Viva la América libre!”
No gritó, ni viva la independencia, ni viva México, que aún estaba por nacer, aunque la ciudad asentada en las ruinas de la antigua Tenochtitlán (Temixtitan), ya llevaba ese nombre, pues —como relató el historiador Felipe Echenique, coautor con Alberto Cué García de Miguel Hidalgo y Costilla. Documentos de su vida: 1750-1813 a Proceso–, fue el propio Hernán Cortés quien propuso el nombre de Ciudad de México.
Para la historiadora Guadalupe Jiménez Codinach, autora del libro México. Su tiempo de nacer y especialista en el periodo independentista, lo más importante de aquel momento histórico no es saber las frases precisas que dijo el llamado padre de la patria sino haber llevado a los hechos la idea de emancipación que venía gestándose desde 1808:
“A México le había llegado su tiempo de nacer y lo hizo en forma dolorosa: de 1810 a 1821 la nación sufrió unas 844 acciones de guerra y murieron entre 600 mil y un millón de personas. El país fue devastado, la población sufrió padecimientos sin fin, los pueblos y familias se dividieron, los ejes de la vida novohispana, el altar y el trono se dislocaron para siempre”.
En septiembre de 2015 esta reportera consignó la historia y el origen de la celebración y reproducción por parte del Ejecutivo en turno del llamado Grito que se iniciara con el país aún en guerra y que hasta nuestros días se lleva a cabo, no el 16, sino la noche del 15 de septiembre.
En su libro El último brindis de Don Porfirio, el fallecido Rafael Tovar y de Teresa, primer secretario de Cultura, describe cómo fue la noche del 15 de septiembre de 1910, cuando Porfirio Díaz dio su último Grito, en el marco de las fiestas por el primer centenario de la Independencia. Se ha dicho que fue él quien cambió la fecha patriótica para hacerla coincidir con su cumpleaños que era el 15 de septiembre. Escribe Tovar:
“Porfirio Díaz brillaba entre los cientos de invitados mexicanos y los provenientes de más de 28 países de todas las regiones del mundo; brillaba como los enormes espejos que adornaban las paredes cubiertas de damasco de seda, pero no le quitaba esplendor a la mujer que caminaba a su lado: Carmen Romero Rubio y Castelló…”
Luego vendría el inicio de la Revolución Mexicana.
El Grito en la historia
Aquí se reproduce el texto de 2015 en el cual se relata la historia del tradicional Grito, famoso no sólo en México sino en otros países y que se reproduce en las diferentes plazas públicas y representaciones diplomáticas del país en el extranjero.
Desde los primeros años después del 16 de septiembre de 1810 ya se festejaba El Grito. La Enciclopedia de México consigna que Ignacio López Rayón celebró el aniversario de esa fecha en 1812, en Huichapan, descargando artillería y haciendo sonar las campanas. Se leyó además un discurso de Andrés Quintana Roo, esposo de Leona Vicario.
También festejó, pero un año después en Oaxaca, el siervo de la nación José María Morelos y Pavón cuando incluso no había concluido la lucha. Y en sus Sentimientos de la Nación, que se firmaron el 14 de septiembre de 1813 en Chilpancingo, apuntó que cada 16 de septiembre se recordaría el aniversario del inicio de la lucha:
Del día en el cual “se levantó la voz de la Independencia y nuestra santa Libertad comenzó, pues en ese día fue en el que se desplegaron los labios de la Nación para reclamar sus derechos con espada en mano para ser oída; recordando siempre el mérito del grande héroe, el señor Dn. Miguel Hidalgo y su compañero Dn. Ignacio Allende”.
Del 16 al 15
Existen diferentes versiones sobre el momento en el cual la celebración de El Grito pasó del 16 al 15 de septiembre. La Enciclopedia de México consigna que en 1846 fue la primera vez, pero el fallecido investigador Michael Costeloe afirmó que fue desde 1825.
Inicialmente, el entonces presidente Guadalupe Victoria se opuso, pero tuvo éxito la idea, así que el programa conmemorativo inició a las 9 de la noche del día 15.
La historia consigna momentos en los cuales no se cumplió el ritual o no representó una fiesta: en 1833 hubo una epidemia de cólera y la celebración se pospuso para el 4 de octubre. En 1847, por la intervención norteamericana no hubo festejos. En 1916 un fuerte resfriado le impidió al presidente Venustiano Carranza dar El Grito. En 1968, cuando Gustavo Díaz Ordaz fue recibido con una gran rechifla e igual ocurrió en 1988 con Miguel de la Madrid.
La de Porfirio Díaz fue la conmemoración más pomposa pues planeó el centenario desde inicios del siglo. El 3 de enero de 1902, por ejemplo, colocó la primera piedra de la Columna de la Independencia, que se inauguró el 16 de septiembre de 1910 (y ahora está cerrada por trabajos de restauración).
Del contraste de la suntuosidad con la situación socioeconómica del país hay extensa bibliografía y hemerografía. Apenas dos meses después inició la Revolución Mexicana y el 31 de mayo de 1911, Díaz partió en el Ypiranga al exilio en Francia, del cual no volvió, aunque haya en estos momentos voces que abogan por el retorno de sus restos en el cementerio de Montparnasse, en París.
En medio de una crisis económica y de credibilidad por temas como Ayotzinapa o la guerra contra el narcotráfico, se espera que Enrique Peña Nieto cumpla con el ritual este martes 15 (de aquel 2015) en el balcón central de Palacio Nacional, aunque se informó que no habrá cena de gala.
4T
La celebración de esta noche ha causado expectativa. El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció desde la semana pasada el retorno de una celebración popular, con las “puertas abiertas” del Zócalo para quien quiera asistir, sin los excesivos filtros de seguridad que los gobiernos del PAN y de Enrique Peña Nieto, que prácticamente blindaban la Plaza de la Constitución.
El presidente dijo que habría verbenas populares, con venta de antojitos como hace décadas no se ha visto. Habrá un vasto programa artístico, cultural y de espectáculos, tanto en la Plaza de la Constitución, el Complejo Cultural Los Pinos, como en las diferentes Alcaldías de la ciudad.
Fuente: PROCESO