Arriban para pedir asilo más de 230 mexicanos
Sobre el suelo y a la intemperie, un grupo de más de 230 hombres, mujeres, menores y niños migrantes mexicanos originarios de Chiapas y Guerrero se aglutinan desde hace tres días a la orilla de los carriles de acceso al Puente Internacional “Viejo”.
Desde el viernes empieza a aglomerarse y a crecer una nueva comunidad de migrantes connacionales que provienen en su mayoría del estado de Chiapas, de los municipios de San Juan Chamula y San Cristóbal de las Casas y algunas familias del municipio de Cuajinicuilapa, Guerrero, que huyen de la violencia que asola sus comunidades para buscar asilo en los Estados Unidos.
Fernando Díaz, un joven de Chiapas, esperaba ayer en el suelo junto a cinco familias de San Cristóbal de las Casas, con niños, en el límite internacional del Puente Viejo ante la mirada incisiva y atenta de los agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus iniciales en inglés) del puente B&M en Brownsville.
“Esperamos aquí desde las seis de mañana; nos dicen que no hay lugar; venimos hasta aquí porque allá -en Chiapas- hay mucho peligro, queremos refugio en Estados Unidos”, dijo Fernando, que permanecía junto a un grupo de hombres, mujeres y cinco niños sofocados por el calor.
Ante la falta de apoyo hasta ahora de las autoridades, Gladys Cañas Aguilar, directora de la Asociación Civil “Ayudándoles a triunfar, A.C.”, desde el fin semana empezó buscar ayuda para asistir a los migrantes mexicanos que no tienen dónde dormir y que carecen de alimentos y agua.
Urge ayuda para nueva comunidad
Especificó que, gracias a organizaciones no gubernamentales de Brownsville los mexicanos solicitantes de asilo ya empiezan a recibir los primeros apoyos y la ayuda elemental y básica.
Ayer, con el apoyo de voluntarios de Brownsville, la Asociación civil “Ayudándoles a Triunfar” instaló un enfriador de agua, el cual conectaron e instalaron en el estacionamiento contiguo al acceso peatonal a este puente.
Esto les permitió subsistir los primeros días, aunque -dijo- la situación es compleja y crítica porque el número crece y es insuficiente la asistencia que por ahora se les puede ofrecer a los migrantes, por lo que es fundamental que las autoridades y la sociedad civil apoyen a los mexicanos que empiezan a aglutinarse en un estacionamiento contiguo al acceso de peatones de este puente.
Juana María, una mujer de Chiapas, empezó desde el fin de semana a registrar en una lista a los mexicanos que empiezan a formar una comunidad en este puente internacional para pedir asilo.
Precisó que hasta antes del sábado no eran más de 100, y ahora suman más de 230 mexicanos, “y cada día llegan más”, dijo.
Fuente: El Bravo