CARLOS PUIG
En 2015 escribí una Duda razonable con este mismo título y respondía: al gobierno no. Hace cuatro años la crisis más clara en el Valle de Guadalupe, en Baja California, era la del agua, aunque ya se veían venir otras. Hoy, parece que alguien quisiera echarlo a perder contra sus habitantes y productores de vino y otros productos agrícolas. El éxito de El Valle, construido con mucho esfuerzo durante muchos años, hoy está amenazado y el gobierno no parece querer hacer nada.
En septiembre de 2018, el gobierno de Baja California, el ayuntamiento de Ensenada y el Instituto Municipal de Investigación y Planeación de Ensenada (IMIP) publicaron modificaciones al Programa Sectorial de Desarrollo Urbano Turístico de los valles de San Antonio de las Minas y de Guadalupe, que no había sido actualizado desde 2010, pero nunca se aprobó un reglamento, por lo que el plan sigue sin ser aplicado.
Hoy hay una propuesta de reglamento, acordado con los productores y habitantes de El Valle, pero presiones de desarrolladores comerciales han logrado que el cabildo siga posponiendo el tema, ayer lo volvieron a hacer.
A este gobierno local le quedan menos de dos semanas. Los productores de El Valle quieren que el gobierno les ponga orden. Que regule, por ejemplo, la absurda invasión de desarrollos turísticos sin ton ni son que se acaban la poca agua, arruinan el paisaje y contaminan el suelo.
Lo que menos importa a estos desarrolladores aliados con políticos es la tierra, lo agrícola. Por cierto, los hoteles y desarrollos han hecho que cada vez haya menos tierra para sembrar y la situación del agua, de no regularse podría ser crítica en pocos años.
Los productores y habitantes de Valle de Guadalupe están preocupados con razón. En México hemos visto como la voracidad de algunos en complicidad con las autoridades ha arrasado joyas naturales, lugares que algún día fueron hermosos.
El Papas and Beer, lugar favorito en Baja California de los adolescentes estadunidenses en su spring break, ya amenaza con abrir en El Valle. Y así otros hotelotes y restaurantes y antros y al rato pues llegará un casino, total. Qué tiene eso que ver con el vino, nada. ¿A alguien le importa?
@puigcarlos
