POR: JUAN GILBERTO BANDA REYES
Vaya reversón del presidente estadounidense DONALD TRUMP. Lamentablemente tuvieron que registrarse tragedias para que ese señor reflexionara sobre su torpe actitud de andar calentando ánimos xenófobos y en contra de la población latina, preponderantemente mexicana.
Y no vaya usted a creer que ese sentimiento racial nada más va contra los morenos. Para la América blanca un latino blanco es un ser manchado y lo descubren por los apellidos porque ahí ni para donde hacerse. Y ya podrá tener ese mexicano los ojos de color y aun así no será bien visto por la supremacía blanca de sentimientos y tradiciones muy conocidas de que llegaron a fundar la colonia en suelo americano.
Siempre vieron a los nativos como un estorbo a sus planes de progreso y para luego es tarde, a exterminarlos y a los que sobrevinieron los acotaron en reservas.
Luego con la modernidad requirieron mano de obra, por eso permitieron la migración de mexicanos, esos trabajos como bien dijo VICENTE FOX, no los agarraban ni los negros.
Pero los mexicanos que por allá se quedaron, asimilaron la cultura de la América blanca y los toleraron, pero el sentimiento racista ahí estaba bajo la piel. Incluso quienes lo tenían lo ocultaban para no exponerse a ser blanco de críticas y de rechazo.
Pero apareció DONALD TRUMP en la escena política con el argumento de que los mexicanos y los latinos eran los causantes del atraso económico en Estados Unidos de América forjando y provocando odio hacia los migrantes a quienes consideró como gente mala que estaban compuestos por asesinos, violadores, traficantes de drogas y otras lindezas.
Su discurso xenófobo prendió y dio en el blanco. La América blanca en su mayoría se volcó hacia su candidatura.
Como presidente siguió con el mensaje viendo que en política redituaba y hoy desgraciadamente con tanto drogadicto y lunático que tienen por allá y bajo la inspiración de la doctrina Trump comenzaron a descargar su odio en contra de núcleos latinos, el más reciente, primero en El Paso, luego en Chicago, en Ohio y en San Antonio, Texas, lo que ya está sembrando pánico en las ciudades del valle.
Ya debieran tomar providencias.
Así como implementan medias por los puentes internacionales y por las riveras del río Bravo para impedir la migración, ya debierán ir tomando disposiciones para evitar violencia en los lugares a los que acuden gente de origen latino.
Alguien podrá decir: pues ve sólo a los lugares donde van puros gringos. Me parece que sería la peor decisión porque será fácilmente identificable no solo por su color moreno sino por su ´spanglish´ si es que quiere pasar por gringo, por su comportamiento que ya hemos visto que en nada se parece al de los norteamericanos, prueba de ello es que en la Isla del Padre los juniors de aquí siempre han tenido competencia generacional con los de Matamoros, pero no en justas de surfeo sino a ver a quiénes de Reynosa o Matamoros meten más la cárcel.
Por los bares de McAllen han sido famosas las encarceladas de que han sido objeto reynosenses que al pasársele las copas les da por hacerle al influyente y han terminado en la patrulla con patada y toda la cosa.
Regresando a lo trágico, hay que tener cuidado cuando se vaya a los lugares de Estados Unidos. Hay un mal sentimiento hacia nosotros y el culpable ahora está recriminando a quienes incurrieron en esos nefastos y dolorosos hechos.
Y aquí, finalmente, la tarde noche del lunes abrió sus puertas ese remedo de feria de Reynosa, sin cobrar, por cierto, aunque lo harán, dicen, a partir de hoy miércoles.
Y qué bueno que se hayan cubierto las omisiones que quien haya sido el responsable esto es ya lo de menos, lo que importa es que la gente tendrá un lugar para la diversión y la armonía ciudadana, y lo mejor, sin riesgos porque hasta donde sé no permitieron la venta de bebidas alcohólicas.
En cambio, sí montaron un templete para la presentación de artistas locales.
Y bueno, esto no es ni por asomo la imagen que tenemos en Reynosa de lo que es una feria y exposición, así como en municipios colindantes tanto de este lado del río Bravo como del Valle del río Grande porque, que ferias señoras las de épocas atrás, sobre todo cuando funcionó frente al estadio de béisbol Adolfo López Mateos. Llenazos los fines de semana y entre semana fácilmente de 10 a 15 mil visitantes diariamente.
Y es que, oiga usted, esa feria de Reynosa sí que era todo un atractivo comenzando con el teatro del pueblo por donde desfilaban artistas de los más conocidos. Luego los stands de artesanías que le daban colorido al evento, y los puestos de comida eran todo un festival gastronómico.
También contribuían a la diversión los stands cerveceros que con sus maestros de ceremonia formaban parte del folclor de la bien llamada fiesta familiar más importante no sólo de nuestra ciudad sino de todo Tamaulipas.
Estos personajes conocidos como ferieros hablaban de nuestra ciudad en otras latitudes positivamente. El palenque era punto y aparte, siempre concurrido y con gente afuera sin poder entrar cuando se presentaban artistas como JUAN GABRIEL, el más taquillero de todos, VICENTE FERNÁNDEZ, ROCÍO DURCAL, LUPITA D´ALESIO y LUCHA VILLA, entre otros.
Y nunca hubo problemas en ese lugar no obstante la saturación porque hasta eso, la gente respetaba al igual que cuando transitaban por las calles de la feria.
El stand ganadero también era parte de los atractivos. Pemex participaba con su stand como también lo hizo la firma Domeq, y hasta carreras de caballos llegó a ver en donde hoy se encuentran las instalaciones del politécnico.
Pero una operación inmobiliaria realizada por el entonces alcalde ÓSCAR LUEBBERT GUTIÉRREZ retiró a la Feria de ese lugar para dar paso a la construcción del complejo que construyó ahí la Universidad Autónoma de Tamaulipas. Buena decisión indudablemente, y la trasladaron en donde hoy se encuentra el auditorio municipal pero ya no cubrió las expectativas y demás comenzaron a cambiar gustos y costumbres.
Ya se presentaban trifulcas lo mismo en los stands que por los pasillos de la feria y no se diga la balacera en el palenque en donde asesinaron a VALENTÍN ELIZALDE, un conocido cantante popular.
Ese fue el puntillazo a la feria de Reynosa.
La gente comenzó a retirarse porque el lugar olía a violencia. Lo mismo hizo la gente del Valle de Texas que aparte ya tenía operando en su contra a los agentes de tránsito que como moscas sobre miel aleteaban por el bulevar Hidalgo parando automovilistas sin ton ni son, no para prevenir accidentes sino para extorsionarlos.
Entre una cosa y la otra la feria de Reynosa comenzó a languidecer y de plano el ayuntamiento de la época ya no quiso organizarla.
Y por hoy, BASTA.
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