Los ex funcionarios del Gobierno anterior caídos en desgracia han comenzado a revelar que el ex presidente estaba al tanto de todas las irregularidades
Poco a poco se va cerrando el círculo en torno al ex presidente mexicano Enrique Peña Nieto. Y es que sus más cercanos colaboradores (acusados ante la justicia de varios delitos que derivan en el desvío de recursos), han comenzado a revelar que el mandatario estaba enterado e incluso fue partícipe de la corrupción y del saqueo en varias dependencias de gobierno.
Sin embargo, nada parece afectarlo. Él sigue feliz, disfrutando su noviazgo con la modelo mexicana Tania Ruiz. Mientras, sus ex funcionarios empiezan a enfrentar a la justicia.
Sí le puse en conocimiento al ex presidente Enrique Peña Nieto del desvío en Sedesol y Sedatu: Rosario Robles
Rosario Robles Berlanga, ex titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) y de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) está vinculada con el caso de corrupción conocido como La Estafa Maestra, a través del cual diferentes dependencias del gobierno de Peña Nieto habrían desviado 7.670 millones de pesos (USD 403 millones).
Fue durante la segunda audiencia en el Reclusorio Sur del 12 de agosto, cuando Robles Berlanga aseguró que tanto el ex presidente Enrique Peña Nieto como el ex secretario de Hacienda y candidato presidencial, José Antonio Meade Kuribreña, estaban al tanto de las irregularidades en la Sedesol, las cuales habían sido notificadas por la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
Ante el juez de control Felipe de Jesús Delgadillo Padierna, Rosario Robles, a través de su defensa, dijo «Sí le puse en conocimiento al ex presidente Enrique Peña Nieto a través de la línea roja. La forma de comunicación era mediante la red federal y en las reuniones de gabinete».
El juez consideró que «si existen avisos por escrito a Enrique Peña Nieto y no los presentó, está encubriendo al ex presidente, por lo que se debe aclarar si Peña Nieto está involucrado y si actuó o no».
Y dijo que era obligación de Robles era informar al expresidente por escrito y no por el teléfono rojo, reuniones de gabinete o giras de trabajo, como lo reveló su defensa.
Por otra parte, el abogado Óscar Ramírez indicó que Robles también notificó de la situación que prevalecía en la Sedesol, a su sucesor, José Antonio Meade
«Se le informó al nuevo secretario, ya no eran atribuibles a Rosario Robles», señaló la defensa.
Los abogados de Robles Berlanga rechazaron que su defendida haya sido omisa, y presentaron 30 datos de prueba, entre ellos, oficios, declaraciones de testigos, dictámenes periciales en contabilidad y la propia declaración de su defendida.
Por otra parte, el juzgador emplazó a Rosario Robles a proporcionar el próximo viernes la carta de entrega-recepción en la que informó a José Antonio Meade, de las observaciones realizadas por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) a la dependencia.
Consideró que ese documento sería «una joya» por el valor de la prueba.
Al término de la audiencia, que duró 12 horas, el juez vinculó a proceso a Rosario Robles y determinó que fuera enviada al Centro Femenil de Reinserción Social de Santa Martha Acatitla, en donde permanecerá al menos 2 meses, tiempo durante el cual se presentarán más pruebas antes de que se determine su sentencia.
Aunque los delitos por los que está acusada no ameritan prisión preventiva oficiosa, el juez determinó prisión preventiva justificada al considerar que hay riesgo de fuga, ya que no tiene arraigo en la Ciudad de México, ha mentido respecto a sus domicilios y tiene la capacidad económica de esconderse.
Este martes 12 de agosto, el periódico Reforma consignó que José Antonio Meade fue captado saliendo de Palacio Nacional en compañía de José Antonio González Anaya, quien fue director de Petróleos Mexicanos y ex secretario de Hacienda, durante el sexenio de Enrique Peña Nieto. Al parecer, asistieron a un desayuno con el secretario de Hacienda, Arturo Herrera.
Emilio Lozoya también acusó a Peña
El ex director de Petróleos Mexicanos (Pemex) Emilio Lozoya Austin, se encuentra prófugo de la justicia, debido a que tiene dos órdenes de aprehensión en su contra: una por la compra con sobreprecio de la Planta de Agro Nitrogenados, cuando era director de Pemex y otra por el caso de Odebrecht, empresa que habría pagado sobornos millonarios a Lozoya con la finalidad de que le otorgaran los trabajos para la modernización de la refinería de Tula, ubicada en el estado mexicano de Hidalgo.
Ante el asedio judicial y desde alguna parte del mundo, Lozoya Austin lanzó serias acusaciones contra el ex presidente Peña Nieto. Aseguró que el mandatario, el ex secretario de Hacienda Luis Videgaray y el expresidente del Consejo de Pemex y exsecretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, avalaron la compra de Agro Nitrogenados.
A través de su abogado Javier Coello Trejo, el ex director de Pemex envió un cuestionario con 27 preguntas a los juzgados junto con la petición de que Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray sean citados como testigos dentro del juicio de amparo en contra de la primera orden de arresto girada a Lozoya.
De acuerdo con el portal Animal Político, 17 preguntas van dirigidas al ex presidente Peña y las otras 10 a Luis Videgaray. Además, Lozoya pretende que también sean interrogados la actual apoderada legal de Pemex, así como ex integrantes de su Consejo de Administración, entre ellos el exdirector de CFE Enrique Ochoa Reza, el exsecretario de Energía Pedro Joaquín Coldwell, y el ex subsecretario de Hacienda Miguel Messmacher Linartas.
Sin embargo, un juez federal rechazó citar a declarar al expresidente Enrique Peña.
Lozoya aseguró que daría su posición acerca de la investigación que se le sigue por parte de autoridades mexicanas el lunes 12 de agosto a las 8:00 horas, pero no sucedió.
Javier Duarte: EPN me regaló dinero porque tenía cargos de conciencia por mi persecución
El ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte, quien se encuentra preso desde el 16 de abril de 2017 acusado de los delitos de lavado de dinero y asociación delictuosa, reveló que cuando aún era presidente Enrique Peña Nieto, le regaló una suma de dinero (no precisó cifras) para ayudarlo porque tenía «cargos de conciencia» por la persecución que padecía.
En una entrevista otorgada al periódico Reforma el pasado 8 de julio mediante una llamada telefónica, Duarte aseguró que esos recursos se los pagaron a su hermano Cecil Duarte en una casa ubicada en la Ciudad de México y con ese mismo dinero, sobornó al ex encargado de la extinta Procuraduría General de la República (PGR), Alberto Elías Beltrán, para que dejaran en paz a su familia y le reclasificaran el delito de delincuencia organizada.
Duarte también señaló a Felipe Muñoz Vázquez, quien hasta junio de este año, era titular de la subprocuraduría de Delitos Federales, como otro de los beneficiarios del pago que realizó.
«Le dije, Presidente, con todo respeto, es algo verdaderamente bizarro, es algo fuera de la realidad lo que estoy viviendo, usted me apoya con algo y eso es lo que estoy pagándole, lo que me están pidiendo sus propios subalternos».
«Fue una extorsión hacia mi persona donde me amenazaron con la integridad y con la vida misma de mi familia, no tuve de otra más que hacer eso. Esto no es un cohecho, esto es una extorsión, me extorsionaron: fui extorsionado y tuve que pagar para que dejaran a mi familia en paz y para que aceptara todas las pruebas que me fabricaron en mi contra».
Al día siguiente, el 9 de julio en entrevista telefónica con Ciro Gómez Leyva, en Radio Fórmula, Duarte reveló que un personaje clave, tanto en su salida del gobierno como en su captura, fue el ex Secretario de Gobernación Miguel Osorio Chong, pues le pidió que solicitara su licencia y luego, su entrega en Guatemala.
«Fue una negociación (la captura), en donde me dijeron ‘te tienes que entregar antes de la elección del Estado de México, porque de lo contrario no va a funcionar. Y a cambio dejamos a tu familia en paz y tú te entregas'».
Reiteró que «no le quedó de otra» más que pactar su entrega, con tal de que dejaran en paz a su familia, la cual se encuentra en el extranjero. «Todo lo que hicieron fue un montaje para perjudicarme», dijo.
Sin embargo, aseguró que su caso está basado en pruebas «que ya se cayeron», lo cual, dijo, fue confirmado por un Magistrado de un Tribunal de circuito, toda vez que los funcionarios que lo acusaron fueron víctimas de tortura.
«Lo único que existe en mi contra son declaraciones de delincuentes confesos que en algunos casos ya ni siquiera se han presentado a declarar», aseguró.
Duarte detalló que escribió una carta dirigida a la nueva Fiscalía General de la República, encabezada por Alejandro Gertz Manero, en la que asegura tener información «valiosa y detallada» de altos funcionarios federales, la cual, dijo, dará a conocer en su momento.
«No puedo decir que fui obligado, pero todos sabemos que existe un jefe (el entonces presidente Enrique Peña Nieto)» y acusó particularmente, a las autoridades de la entonces PGR.
Dijo confiar en las nuevas autoridades de la Fiscalía y en la independencia del fiscal Alejandro Gertz Manero «en que no hay elementos externos que hagan que actúen al margen de la ley».
Fuente: Infobae