El agua como uso industrial con costo para el usuario de una alberca pública…
Mientras que en un espacio público de Tampico se hace una actividad lucrativa empleando como materia prima el agua, y en cantidades auténticamente industriales, otra dependencia pública, esta del estado aunque de la misma línea ideológica, no perdona que los usuarios domésticos se atrasen en su pago unos días: sin decir «¡agua va!», aplican el corte del suministro.
Y para «jalar» clientela, quienes «venden» la estancia en una piscina pública con la asistencia de un instructor recurren a un método que data de épocas ancestrales: atribuirle al producto, que en este caso es un curso, propiedades curativas.
Que este mes ha aumentado «considerablemente» la membresía en las clases de «Aqua Zumba» que ofrece la Unidad Deportiva (UNIDEP) Municipal del sector Puertas Coloradas, en el norte de Tampico, y las autoridades responsables del complejo lo atribuyen a un fenómeno sobrenatural: ¡los poderes curativos de esa práctica!
Dependiente de la Secretaría de Deportes del gobierno municipal porteño, la mencionada UNIDEP, de la calle José Antonio Torres en la colonia Insurgentes, ofrece esa y otras actividades en su alberca, pero particularmente del «Aqua Zumba» aseguran los encargados de esa área que ya le ha quitado el trabajo por lo menos a un médico.
Julieta Dominguez, encargada de impartir las clases, afirma que el «Aqua Zumba» tiene varios beneficios para quienes la practican: «Es un ejercicio que te ayuda a mejorar tu salud, trabajas el doble pero no lo sientes porque el agua te ayuda… a una persona ya la iban a operar del brazo y con las clases y los movimientos que aquí realizaba ya no hubo necesidad de pasar por cirugía», cuenta ella.
Y aunque sostiene que su alumnado creció en el último mes, lo cierto es que la aseveración tiene más semejanza a estrategia propagandística que a otra cosa, ya que justo ahora mismo están anunciando el inicio del próximo curso de «Aqua Zumba» con esta frase: «Bailas, te diviertes, te relajas y conoces gente nueva», y claro, con la promesa de rehabilitar enfermos como si se tratara de la famosa agua de Tlacote.
